Brasil lanzó un programa para recuperar en diez años 40 millones de hectáreas de pastos que presentan algún nivel de degradación y aumentar el área cultivada en 77%, actualmente en 52 millones de hectáreas.
Así lo informó el Ministerio de Agricultura, Pecuaria y Abastecimiento (MAPA), y agregó que para su financiación presentó la iniciativa a los gobiernos, bancos de inversión y fondos soberanos de Japón, Corea del Sur, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, y debería estar listo y comenzar a operar a finales de este año, indicó el secretario de Comercio y Relaciones Internacionales de Pasta, Roberto Perosa, citado por el diario El País, de Uruguay.
Inversión de US$120 mil millones
Esa suma sería administrada por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), responsable de captar los montos en el exterior y de transferirlos a instituciones financieras. El monto mínimo que se pretende recaudar con el programa es de US$ 80 mil millones.
Carlos Fávaro, ministro de agricultura, visitó a finales de julio y principios de mes en Japón, Corea del Sur, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos. Entre ellos, Arabia Saudita dio señales de apoyo, pero solo los japoneses dijeron que financiarán un millón de hectáreas a través de la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (Jica), que durante décadas ha mantenido relaciones con la agroindustria brasileña.
La Saudi Agricultural and Livestock Investment Company (Salic) fue uno de los agentes que confirmó su interés en participar en el programa. El ministro de Cooperación Internacional de los Emiratos Árabes Unidos, Reem Ebrahim Al Hashimy, también señaló que el país quiere participar con una “gran tajada” de los US$120 mil millones que busca Brasil, dijo por su parte Perosa.
Acelerar el proceso de recuperación de tierras
La Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa) mapeó casi 152 millones de hectáreas ocupadas por pastos. De estos, 34 millones están severamente degradados. Otros 63 millones de hectáreas son de calidad intermedia y 55 millones tienen buenas condiciones productivas. (Lea en CONtexto Ganadero: Ejemplos de ganaderías brasileras para la competitividad de los colombianos)
Los diferenciales del programa deben ser el interés y los plazos. El objetivo es que la línea de financiamiento tenga tasas finales para los productores cercanas al 4 % anual, dijo el secretario, con tres años de gracia y 12 años para el pago.
Al estructurar el programa, la intención es alcanzar una tasa atractiva, cerca de la mitad de la actual SOFR (Secured Overnight Financing Rate, de la Reserva Federal de Estados Unidos, referencia para préstamos interbancarios en dólares), actualmente 4 % anual. Con un interés base de 2 % más márgenes bancarios, la tasa final sería de 4 % anual para los prestatarios, dijo Perosa.
“Hoy, Brasil convierte dos millones de hectáreas al año en forma orgánica, sin incentivos gubernamentales. Si tienes incentivos con tasas de interés competitivas, fácilmente puedes duplicar esta área de conversión”, dijo el secretario. Afirmó que los países visitados desconocían la existencia de áreas degradadas en Brasil y la oportunidad de conversión con técnicas sostenibles sin avanzar en los bosques para aumentar la producción.
El cálculo del Ministerio es que convertir una hectárea de pasto en cultivos tendrá un costo de US$3.000, que incluye maquinaria, adecuación ambiental, financiamiento y corrección de suelos. Para recuperar una pradera con algún grado de degradación a una pradera productiva, con mayor capacidad para la ganadería, el costo estimado es de US$1.000 por hectárea.
El caso de la ganadería
El Estado que produce la mayor cantidad de ganado en Brasil, con 32,8 millones de cabezas, es Mato Grosso que tiene 17 millones de hectáreas de pastos convertidos y otros 6,9 millones de hectáreas de pastos nativos. En total, el 32,3 % de los pastizales tienen bajo vigor (degradado); 40,3 % tienen contenido de calidad media; y el 27,4 % son altamente productivos, según la Asociación de Criadores de Mato Grosso (Acrimat), según una nota del portal agrolink.com.br (Lea en CONtexto Ganadero: ¿Cómo hizo Brasil para convertirse en el mayor exportador de carne bovina del mundo?)
El economista Amado de Oliveira, consultor técnico de la entidad, llama la atención sobre un riesgo en el programa gubernamental, que debe hacerse, según él, en paralelo con las inversiones en ganadería intensiva (corral de engorde). "Puede haber una falta de pastos para la ganadería. Conocemos el modelo de ganadería extensiva y conocemos las limitaciones y dificultades para ampliar los pastos. Si se empiezan a transferir pastos que ascienden a 40 millones de hectáreas para la agricultura, sin medidas severas para intensificar el ganado de carne, se va a carecer de área para el rebaño de 220 millones de cabezas", advierte.
Oliveira indica que el problema es especialmente mayor para los productores con hasta 250 cabezas, que son el 82 % de las 109.000 explotaciones ganaderas del estado. Para tener una idea, la conversión de pastizales en Mato Grosso fue de solo tres millones de hectáreas en los últimos diez años, según Acrimat. "Tenemos que dar un paso adelante, aumentar la productividad. Lo estamos haciendo, pero no lo vamos a conseguir en diez años, porque necesitamos invertir en pastos, nutrición del suelo, enriquecimiento de alimentos, etc.", señala.
El proyecto se presentará en la COP 28, programada para el 30 de noviembre en Dubai.