Cuando un corte de energía sorprende en casa, se suele pensar en los alimentos guardados en la nevera: lácteos, carnes, huevos; todos los que tienen riesgo de descomposición.
La espera porque regrese la luz en poco tiempo después del corte causa ansiedad por la posible decisión de tener que arrojarlos a la basura por los eventuales daños que sufran. Y es posible que deba hacerlo.
Sobre el tema, la revista Consumer publica una serie de recomendaciones para conservar la temperatura ideal de los alimentos refrigerados, por lo menos durante más tiempo, hasta que regrese la energía.
La revista explica que varios alimentos se mantienen vitales si están entre los 4 y -18 grados centígrados. De igual forma, resalta que no pueden permanecer más de 2 horas con temperaturas diferentes, puesto que comienzan a segregar líquidos que contaminan otros alimentos y se dispara la multiplicación de microorganismos que dañan el producto.
Los lácteos, todo tipo de carnes y huevos son los alimentos más susceptibles a sufrir esto, y un corte de energía de 4 o más horas contribuye con el deterioro. (Lea: 7 puntos clave para productir carne yleche inocuas en Colombia)
“A pesar de que el frío del frigorífico no elimina los posibles patógenos en los alimentos, sí ralentiza y retarda su crecimiento. En la nevera, por tanto, se inhibe durante unos días el crecimiento microbiano”, señala Consumer.
Ignacio Amador, subgerente de cadenas productivas de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán-FNG, expresó que la cadena de frío conserva útil los alimentos durante más tiempo, sobre todo si han sido abiertos, por lo que se recomienda, además de la refrigeración, guardarlos en bolsas o vasijas.
Ruth Dallos, especialista técnico Food Safety de la empresa 3M en Colombia, señaló que la contaminación cruzada en las neveras resulta de no separar los alimentos y es necesario educar al consumidor sobre la adecuada conservación porque la industria se esfuerza por producir un producto inocuo que se puede alterar con la mala manipulación y refrigeración.
Los pasos
- Por ningún motivo mantenga la puerta de la nevera o congelador abierta. Con esto se conserva la temperatura fría por más tiempo. Los alimentos más delicados se conservarán durante 4 horas si la nevera no se abre.
Los alimentos que están en el congelador se mantendrán estables después del corte durante 48 horas. (Lea: Crean nuevo método para detectar bacteria E.coli en productos cárnicos)
-La nevera se puede abrir unos segundos para reacomodar los alimentos como carnes, las cuales se pueden poner juntas, mientras que las verduras y frutas estarán alejadas del resto de comida, entre esos lácteos y huevos.
-Por ningún motivo ingrese más alimentos a la nevera. Espere a que regrese la luz para tomar esta decisión.
- Tampoco se le ocurra guardar en la nevera alimentos calientes que disminuyan el frío.
- Si tiene carnes descongeladas es preferible que las cocine y consuma. Si no las comerá enseguida, manténgalas fuera de la nevera.
Cuando vuelva la luz
- Verifique que la nevera y el congelador funcionen. Algunas personas utilizan termómetro para conocer la temperatura en el momento del regreso de la energía y horas después para notar el cambio.
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Si las carnes estuvieron en la nevera por más de 4 horas y no huelen mal se pueden volver a congelar, de lo contrario es mejor desecharlas. (Lea: Enfermedades causadas por alimentos sin inocuidad conducen a la muerte)
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En el caso de los lácteos, alimentos más resistentes que las carnes, puede que hayan soportado la ausencia de frío. Pero es mejor revisar que leches abiertas y quesos frescos no tengan moho o mal olor.
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La revisión de los alimentos en general después de un corte de energía es clave, puesto que si se deja alguno en descomposición este contribuirá con el deterioro de los demás que están en la nevera.