El Gobierno de Costa Rica convocó a los ganaderos del país para acordar la creación de una comisión que permita atacar el robo de ganado bovino.
El abigeato se vive en todo el mundo, afectando a los ganaderos y al comprador que no siempre sabe de dónde proviene la carne que adquiere, debido a que las reses hurtadas son sacrificadas en lugares que no cuentan con la reglamentación de sanidad.
Así lo resaltó al medio La Nación, Leonardo Luconi, miembro de la Corporación Ganadera Nacional, Corfoga, al argumentar que el delito ocasiona un perjuicio económico considerable para el sector pecuario de Costa Rica, que en 2013 se vio afectado con el hurto de 2.462 reses.
Luconi dijo además que en 2013 se reportaron 1.113 denuncias por abigeato en el país, mientras que en 2012 fueron 940. (Lea: Policía y ganaderos, un trabajo conjunto contra la exporsión y el abigeato)
En Uruguay las autoridades quieren confirmar la relación que existe entre el hurto de ganado y el crimen organizado, para lo cual la Policía Comunitaria intercambia información con gremios agropecuarios, ante el incremento de casos por robo de reses en los últimos años.
Brasil, el mayor productor y exportador de carne bovina de Latinoamérica, no se queda atrás. Aunque Bolivia, un país que no tiene más de 11 millones de habitantes, según cifras de la Confederación de Ganaderos de Bolivia, Congabol, y la Federación de Ganaderos de Santa Cruz, Fegasacruz, registró pérdidas por USD2,5 millones en 2013 por el mismo tema.
Las denuncias por robo de reses aumentaron en Colombia en 2013, aunque los ganaderos aún temen reportar el hurto ante las autoridades por temor a represalias, teniendo en cuenta que nuestro país vive en medio del conflicto armado provocado por las guerrillas de las Farc y el Eln.
Según cifras del Observatorio de delitos y solicitudes de acompañamiento de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, y la Fundación Colombia Ganadera, Fundagán, en 2013 se recibieron 94 denuncias representadas en 2.057 hurtos de bovinos y en 2012 se reportaron 87 denuncias. (Lea: Ganaderos del país temen denunciar por miedo a represalias)
“Esto desmoraliza al ganadero y lo invita a pensar en un oficio diferente al que en toda su vida ha hecho. Uno gasta una cantidad de dinero para perderlo todo en un robo, sin que nadie haga nada”, señaló un ganadero colombiano, quien pidió reserva de su nombre, tras ser víctima recientemente del delito de hurto de bovinos.