Colombia exportó 6.556 toneladas de productos lácteos y cárnicos de bovino de enero a julio de 2014, según informe del Fondo de Estabilización de Precios, FEP, de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán.
La comercialización de estos alimentos al país vecino es variable cada año. En voz de Augusto Beltrán Segrera, secretario técnico del FEP-Fedegán, el “comercio bilateral es dinámico y de difícil pronóstico”.
Por ejemplo, explicó, en los primeros 7 meses del año las ventas de lácteos fueron de 894 toneladas por USD3 millones 468 mil 588, mientras que en el mismo periodo de 2013 no hubo exportación, en 2012 fue de solo 399 toneladas y en 2011 la cifra solo alcanzó las 104 toneladas.
La situación comercial con Venezuela en cárnicos es similar. En 2014, las exportaciones fueron de 5.662 toneladas. En el mismo periodo de 2013, la cifra se triplicó con 15 mil 9 toneladas y en 2012 las ventas fueron casi iguales que el año en curso con 4.861 toneladas. (Lea: Urge conseguir admisibilidad para exportación de genética bovina)
Además de la dificultad de predecir si el vecino país comprará alimentos a Colombia, está otro factor de riesgo. Se trata del cumplimiento de los pagos a las deudas comerciales establecidas.
Gustavo Castro Guerrero, director de la Asociación Colombiana de Industriales de la Carne, Acinca, también reiteró que las negociaciones con Venezuela son inciertas porque aumentan y disminuyen de manera recurrente con pagos intestables.
Venezuela importa porque está en crisis
El aumento de las importaciones de alimentos en Venezuela, tanto de Colombia y otros países, tiene su sustento en la crisis social, política y económica que atraviesa.
Pedro Piñate, consultor en salud y producción animal, quien en 1996 fue director general de la Federación Nacional de Ganaderos de Venezuela, Fedenaga, señaló que desde 2001 el sector ganadero vive el “terror agrario del Estado” y literalmente la ganadería venezolana “se vino abajo”. (Lea: Aumentan importaciones de lácteos en una Colombia poco competitiva)