Los ganaderos se quejan constantemente de la baja corporalidad o deficiencias productivas y reproductivas en los rumiantes, pero pocas veces analizan si las pasturas sembradas en la finca son la causa de los problemas nutricionales. No siempre un pasto “bonito” es el más útil. Miguel Ceballos Pouerie, experto en forrajes, habló en el Portal Ganadero Higueyano sobre la importancia de evaluar el pasto a cultivar para alimentar con eficiencia un hato bovino. Partió por asegurar que el ganadero suele elegir la pastura por 3 razones erróneas. (Lea: Los 5 mejores pastos para el ganado en el trópico bajo) La primera de ellas es cultivar un pasto por lo que recomendó el vendedor de la tienda de insumos agropecuarias; segundo, por lo que dijo un amigo; y tercero, por “la apreciación del productor, con base a lo que vio en algún lugar, o a lo que le parece ese pasto, pero sin tener una idea clara de la realidad”, especificó. Ceballos Pouerie, radicado en República Dominicana, se refirió a las 6 razones que se deben tener en cuenta en el momento de sembrar algún tipo de pasto. Los 6 puntos de Pourie El tipo de suelo, el régimen de lluvia, la pendiente del terreno, el clima, el tipo de ganado y la clase de explotación son las principales razones que el experto en forrajes menciona como relevantes para cultivar alimento de calidad. “El mejor pasto es aquel que mejor se adapta a nuestro terreno; no es el que tiene más proteína, el que más le gusta al productor, ni el más bonito”, manifestó. Además del análisis del suelo y saber si se tiene ganado de leche, carne o doble propósito, se debe considerar la pendiente del terreno y la cantidad de lluvia que cae al año. “Hay pastos que resisten la sequía más que otros, que se adaptan mejor a la baja fertilidad del suelo, a la sombra, a la época fresca del año o de menor radiación solar”, anotó Ceballos Pouerie. Los pastos “rastreros”, como la estrella africana y la humidicola, se desarrollan en zonas con pendientes elevadas. “Pero no todas estas variedades se adaptarán a las tierras que tenemos en una región y aún en la misma finca; de ahí la importancia del estudio de suelo”, dijo Agregó que los suelos tropicales se caracterizan por tener deficiencias en fósforo y pueden contener altas dosis de aluminio, lo que limita el crecimiento de los pastos. Por eso, responden mejor las brachiarias que las guineas. (Lea:Ganado de Sucre en riesgo de muerte, desde 2014 no llueve) De otro lado, Wilson Barragán, investigador de la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria, Corpoica, del Centro de Turipaná, en Montería, Córdoba, expuso que precisamente el pasto a sembrar no se elige exclusivamente por el grado de proteína que contiene. Los factores ambientales se evalúan y esto referencia a 5 de los 6 puntos clave expuestas por Ceballos. Barragán dijo que al ganadero en Colombia aún le falta conocer más del tema y desde Corpoica se ha trabajado para guiar al productor que suele elegir el pasto a sembrar por el que esté más de “moda”, equivocación que representa pérdidas económicas al tener reses improductivas.