La leucosis bovina es una patología que ha sido estudiada en diferentes territorios con el ánimo de lograr controlarla, toda vez que una vez el rumiante la adquiere jamás se cura y no existe vacuna que la contrarreste.   Axel Iván Villalobos, investigador en el Laboratorio de Análisis y Biología Molecular Aplicada, en Panamá, está al frente del estudio del virus de leucosis bovina y desarrolla un protocolo de diagnóstico molecular para identificar y clasificar la enfermedad en animales resistentes a ella.    En el país vecino se ha descubierto que 2 bovinos criollos poseen genes resistentes a la leucosis, como lo son Guaymí y Guabalá. Con estos y otras razas de bovinos de linaje tradicional allí, se busca avanzar en la investigación. (Lea: Conozca cuándo debe hacer exámenes de sangre a sus reses)   Pastor Enrique Moreno, médico veterinario, explicó al medio tp.critica.com.pa que el ganado criollo ha estado olvidado en tierras panameñas por más de 500 años, pese a que son bovinos fuertes y resistentes a enfermedades y variedades climáticas, precisamente porque han sobrevivido por más de 5 siglos en Panamá.   Sobre las razas criollas Guaymí y Guabalá expuso que soportan sequías, terrenos ásperos y resequedad de los pastos.   Caso de Colombia   En Colombia, la Universidad Nacional determinó en 2015 que la raza criolla nacional Hartón del Valle resiste a la leucosis bovina por su genómica y rusticidad. (Lea: Alta prevalencia de leucosis en el hato bovino de Colombia)   La investigación estuvo a cargo del zootecnista Darwin Yovanny Hernández Herrera. “El Hartón del Valle evidenció menor tasa de infección, tuvo una respuesta inmune más alta, presentó un mayor número de anticuerpos en la sangre. Los datos confirman la fortaleza genética de la raza para controlar el desarrollo de la enfermedad”, indicó.   Víctor Cotrino, médico veterinario de la Universidad Nacional de Colombia y director científico del laboratorio técnico veterinario, LMV, ubicado en Bogotá, señaló que la leucosis bovina se detectó en bovinos del país hace 40 años y ha afectado desde entonces a rumiantes que se hallan especialmente en el Altiplano Cundiboyacense, Antioquia y Nariño, donde la patología tiene una prevalencia del 50 %.   Sin cura ni vacuna   La leucosis bovina no se cura. Un animal infectado con la patología se suele sacrificar para evitar contagios en el predio. Ataca el sistema inmunológico y provoca tumores externos e internos, algunos de ellos cancerígenos. Los rumiantes de leche disminuyen de forma notoria la producción láctea por la alteración de sus glóbulos blancos. (Lea: Razas criollas colombianas tienen tasa de fertilidad superior al 85 %)   La leucosis se adquiere por medio de la transmisión de sangre de otra res o algunos parásitos. De ahí la importancia de conocer sobre las Buenas Prácticas Ganaderas, BPG, entre las que se incluye hacer pruebas serológicas de rutina a los semovientes.