El director general de la FAO, José Graziano da Silva, analiza las causas y consecuencias de la falta de alimento y qué pueden hacer los ciudadanos al respecto.

Con motivo del lanzamiento del noveno libro de la colección El estado del planeta, editada por EL PAÍS y la FAO, el director general de la organización, José Graziano da Silva, en entrevista con el Diario El País de España, plantea 10 consecuencias y soluciones para el hambre.  1. La gente que come todos los días no tiene ni idea de lo que hace el hambre. Confunde el hambre con el mero apetito. Y son cosas distintas 2. La falta de alimento por días y por meses acaba afectando la capacidad intelectual y motora de quienes la sufren. Sobre todo en los menores de cinco años. Si no tienen una ración adecuada de proteínas, por ejemplo, el desarrollo de su capacidad intelectual es mínimo. 3. El hambre creció en 40 millones de personas en 2016. La sufren al menos 815 millones. Y las cifras de este año indican que en 2017 ha aumentado todavía más. 4. Las tres causas del aumento son los conflictos, los impactos climáticos y la reducción de los programas de protección social contra la pobreza. 5. El elemento que subyace es siempre la miseria. De hecho, el indicador del nivel de pobreza se identifica con la capacidad de comprar la canasta básica de alimentos, la que define la frontera entre pasar hambre o no. 6. Acabar con el hambre es posible: solo hace falta que sea una prioridad política para los Gobiernos. Lula da Silva [presidente de Brasil entre 2003 y 2010] decía que lo más importante era inscribir a los pobres y sus necesidades en los presupuestos del Estado. 7. Si no acabamos con el hambre, no aseguramos una vida decente para quienes la sufren. 8. Si sigue habiendo hambruna en África, seguirá habiendo migraciones desordenadas. Sin crear oportunidades, es ilusorio pensar que la gente va a dejar de intentar cruzar el Mediterráneo. 9. No hay hambre por falta de comida. Sobra comida. Hay que intentar no desperdiciar alimentos. Una forma de hacerlo a nivel individual es colaborar con asociaciones y bancos de alimentos. 10. Otra aportación de los ciudadanos es ser militantes del derecho a la alimentación y, a la hora de votar, apostar por aquellos que ponen la seguridad alimentaria en las políticas nacionales.

Fuente: elpais.com. jun 14/18 - Carlos Laorden