Según el Dr. Carlos M. Campero, MV, DVM, PhD Patología Veterinaria del INTA Argentina, una vacuna es un producto biológico obtenido a partir de microorganismos (bacterias, virus, protozoos) los cuales, al ser administrados, pueden proteger contra determinadas enfermedades.
Su objetivo es proveer a los bovinos inmunizados un programa de vacunaciones que permitan mejorar el control de importantes enfermedades. Para asegurar una adecuada respuesta vacunal, los animales deberían estar sanos, sin estrés, bien alimentados y manejados.
El principio de una vacuna es administrarla a bovinos en forma preventiva antes de estar expuestos a los agentes causantes de enfermedades proveyendo protección. También pueden aplicarse después de la exposición de un agente causal, reduciendo la eliminación de dicho agente en el medio ambiente.
Las vacunas contienen en su composición antígenos (partículas que estimulan al sistema inmune del animal) de diferentes microorganismos generando anticuerpos (defensas). Los anticuerpos pueden estar dirigidos a uno o varios agentes infecciosos que contenga la vacuna. La mayoría de las vacunas de uso en bovinos se aplican por vía subcutánea.
La formulación de las vacunas
Además de poseer el antígeno, las vacunas tienen un adyuvante, una sustancia adicionada a la masa antigénica para aumentar la efectividad de la vacuna. Puede ser de base acuosa (hidróxido de aluminio, por ejemplo), oleoso (mezcla de aceites minerales), derivado de productos vegetales (saponinas, Quil A) o sintéticos.
Los adyuvantes son liberadores lentos de antígenos prolongando la respuesta inmune. La mezcla de antígeno-adyuvante puede formar depósitos observables como nódulos en la piel o en el tejido subcutáneo adyacente al sitio de la vacunación, o cuando se administran por vía intramuscular. Además del adyuvante y el antígeno, una vacuna incluye un vehículo, un conservador y un buffer.
Tipos de vacunas
Pueden estar formuladas con alto número de organismos vivos (vacunas vivas) u organismos inactivados (vacunas muertas o inactivadas). Las vacunas que poseen bacterias inactivadas también se llaman bacterinas. Aquellas vacunas que contienen toxinas de microorganismos inactivados se llaman toxoides (como la vacuna antitetánica).
De acuerdo con la explicación de René Ramírez García, en el capítulo «Plan sanitario para ganadería en el trópico», Plan sanitario del manual «Implementación de Buenas Prácticas Ganaderas: principios básicos», la vacunación es fundamental en una ganadería de cría.
Si bien los neonatos inician la formación de anticuerpos neutralizantes naturales desde el momento del parto, en sus primeros días de vida son esenciales los anticuerpos que trasmiten sus madres en la leche de calostro. (Lea: El 8 de noviembre se inicia el segundo ciclo de vacunación contra la fiebre aftosa y la brucelosis bovina)
En la medida que las madres de terneros tengan un buen esquema de vacunación y que sus crías consumen calostro de buena cantidad, estos tendrán una excelente protección durante los primeros días de vida. Se hace necesario iniciar el esquema de vacunación y para esto podría considerarse una edad entre 2 y 3 meses.
Recomendaciones antes de la vacunación
En primer lugar, vacune siempre animales sanos. Los animales enfermos no deben ser vacunados estos animales tienen su sistema inmunológico orientado a resolver su condición clínica y las vacunas no serían muy efectivas si se aplican en estos animales.
Posteriormente, vacune animales sin estrés. Los animales deben tener un buen manejo y reposo para recibir el biológico, evitando vacunar animales recién trasportados o con prácticas de manejo en corrales que no favorezcan su tranquilidad.
En ese sentido, asegure el manejo adecuado del frio en las vacunas. Ninguna vacuna debería aplicarse sin conservar la cadena de frío. Asegure que la vacuna está bien refrigerada desde su compra hasta la llegada a los corrales, incluso si carga jeringas de muchas dosis, asegure que la jeringa está siempre en la nevera ente vacuna y vacuna.
Además, utilice materiales desechables para su vacunación. Es necesario emplear una aguja por cada animal vacunado, de manera que con este procedimiento se evita la trasmisión de enfermedades infecciosas entre los animales vacunados. (Lea: De dónde partir para hacer un buen plan sanitario en su ganadería)
Finalmente, use siempre las dosis recomendadas. Las vacunas tienen indicaciones claras sobre la dosis y las vías de administración, cumpla estas recomendaciones porque las vacunas no producirán buena respuesta de inmunidad humoral si usted no asegura las dosis y la vía de aplicación adecuadas.
Las vacunas para bovinos
A continuación se describen algunas vacunas de un esquema para bovinos, pero es necesario mencionar que muchas de ellas no requieren ser aplicadas en algunas zona geográficas, dado que por información epidemiológica y la falta de reportes de diagnósticos de estas entidades se hace poco probable que se presente estas enfermedades en dichas zonas.
Por el contrario existen otras enfermedades que son muy frecuentes en ganadería, por lo que todos los animales deberían ser vacunados sin importar la zona geográfica donde se encuentren. (Lea: Lo que debe hacer en el momento de la vacunación y lo que no hacer)
Vacuna de fiebre aftosa. Esta vacuna debe aplicarse de acuerdo a cada ciclo de vacunación. Se realiza vacunación cada seis meses y deben vacunarse todos los animales mayores de 2 meses. La mayoría de estas vacunas se aplican 2 ml vía subcutánea. Esta es una vacuna obligatoria en algunos países y no aplicar este biológico puede ocasionarle multas o sanciones.
Vacuna de brucelosis bovina. Esta vacuna se aplica en hembras bovinas entre 3 y 9 meses de edad. Se emplean las vacunas RB51 o cepa 19 y se puede realizar revacunaciones en animales adultos. Tenga presente que los machos no se vacunan.
Vacuna para muertes súbitas de origen infeccioso. Estas vacunas son denominadas vacunas triple, porque sirven para prevenir enfermedades como la septicemia hemorrágica, el carbón sintomático y el edema maligno, causadas por bacterias que conducen a la muerte súbita de los animales. Dichas bacterias, pertenecen a diferentes grupos y las vacunas comerciales no siempre protegen contra todas ellas, por este motivo debe recibir la orientación de un médico veterinario para su aplicación, la elección de vacuna y la frecuencia de aplicación. La aplicación de estas vacunas está indicada cada 6 meses en zonas donde son frecuentes los episodios de muertes súbitas.
Vacuna para diarreas y neumonías neonatales. Este grupo de vacunas debe aplicarse en hembras gestantes y han sido diseñadas para generar respuesta humoral a través de la trasmisión de anticuerpos maternos vía calostro: Previenen contra enfermedades virales y bacterianas relacionadas con cuadros diarreicos severos. Algunas de estas vacunas ayudan a la protección contra algunos agentes que ocasionan enfermedad respiratoria en recién nacidos.
Vacunas para el complejo reproductivo bovino. Estas vacunas deben aplicarse en zonas donde las enfermedades infecciosas de origen reproductivo han sido diagnosticadas. Protegen contra enfermedades como rinotraqueitis infecciosa bovina, diarrea viral bovina, leptospirosis, virus respiratorio sincitial bovino, virus de parainfluenza tipo 3 e histofilosis. Algunas de estas vacunas deben ser aplicadas cada seis (6) meses, como es el caso de la leptospirosis bovina, por este motivo se aconseja aplicarla como vacuna monovalente, o sea que solo proteja contra diferentes serovares de la misma bacteria.
Vacuna para estomatitis vesicular. Esta es una vacuna que solo debe emplearse en zonas donde la enfermedad se ha reportado, pero debe asegurarse un buen nivel de protección en las épocas del año donde son reportados los brotes de la estomatitis vesicular, de esta manera cuando aparezcan los brotes, los animales ya tengan buena respuesta humoral de protección.
Vacuna para rabia paresiante bovina. Esta vacuna debe aplicarse en las zonas donde se ha reportado la enfermedad, deben vacunarse todos los animales mayores de 2 meses. Se aplican 2 ml vía subcutánea, mínimo cada año, en zonas de reporte previo de brote. En ocasiones la vacuna de rabia viene bivalente acompañada de la vacuna de aftosa.
Vacuna para ántrax. Esta vacuna solo debe aplicarse en zonas donde existe reporte de presentación de casos de carbón bacteriadiano o peste rayo, la frecuencia de aplicación debe realizarse cada seis (6) meses en zonas de reporte reciente o cada año en zonas de reporte histórico. Se aplican 2 ml vía subcutánea.
Vacuna para botulismo. Esta vacuna debe aplicarse en zonas donde se haya reportado casos de botulismo en el ganado, esta vacuna puede aplicarse sola en forma monovalente o puede venir incluida en algunas vacunas del complejo clostridial usadas para la muerte súbita.