Al recordar el origen de esta conmemoración, el dirigente gremial explicó que no era una celebración de felicidad sino una fecha luctuosa por el asesinato de José Raimundo Sojo Zambrano, siendo ya expresidente del gremio. Señaló que esa remembranza “no es gratuita porque el país está cayendo nuevamente en una vorágine de violencia e inseguridad rural a manos de narcoterroristas de toda laya, que amenazan con devolvernos a épocas dolorosas que creíamos superadas”.

Argumentó que a raíz de los anuncios de reforma agraria del gobierno se desató una ola de invasiones de tierras, a las que el gremio respondió con una propuesta novedosa basada en tres elementos fundamentales: solidaridad ganadera, en apoyo a quienes estaban siendo víctimas de invasiones; articulación estrecha y oportuna con la fuerza pública y las autoridades locales, para evitar la invasión o lograr su desalojo; la presencia pacífica de los ganaderos de la zona como único elemento disuasivo, conocidas como las Brigadas Ganaderas Solidarias, y los Frentes Solidarios de Seguridad y Paz, creados en 2024, para generar alertas tempranas como una estrategia preventiva frente a los delitos de mayor ocurrencia contra la ganadería.

“Seguridad ganadera solidaria, porque unidos somos más”

Lafaurie hizo el lanzamiento del lema que gobernará el próximo Congreso Nacional Ganadero, a realizarse en Barranquilla a finales de noviembre, bajo el lema “Seguridad ganadera solidaria, porque unidos somos más”.

Unidos para continuar preservando el estatus de país libre de fiebre; y para construir esa nueva ganadería colombiana ambientalmente sostenible pero también rentable y competitiva, que premie con un mejor estar a las ganaderas y ganaderos de Colombia, y que incentive a esas nuevas generaciones, dijo el dirigente gremial.

El siguiente es el texto completo del mensaje:

Ganaderas y ganaderos de Colombia

Una vez más celebramos el Día Nacional del Ganadero el 30 de septiembre, y una vez más, recordamos que esta celebración no conmemora una fecha feliz, y significativa para el crecimiento de la ganadería colombiana como fue, por ejemplo, la de su nacimiento, con la llegada de los primeros bovinos a nuestras costas en los barcos de Rodrigo de Bastidas -fundador de Santa Marta-, o la creación de Fedegán para defender los intereses de los ganaderos a mediados del siglo pasado.

No. El 30 de septiembre conmemoramos una fecha luctuosa, triste para la ganadería: el asesinato, por parte de las FARC, de un patriarca que le había entregado mucho al país, al sector agropecuario y particularmente, a la actividad ganadera: a José Raimundo Sojo Zambrano. Ya expresidente de Fedegán en 1995, alejado de la vida pública, y paradójicamente dedicado a la cría de palomas -símbolo de la paz- fueron a buscarlo los señores de la guerra y el terror para asesinarlo en su retiro de Anolaima, Cundinamarca. ¿Por qué escogimos una fecha nada festiva para celebrar lo que hoy sentimos como una fiesta?

Hace unos años acuñamos una consigna. ¡Los ganaderos miramos hacia atrás para honrar nuestro pasado y miramos hacia delante para construir nuestro futuro! Por eso, para honrar un pasado, de lo que hoy llamamos resiliencia -y yo prefiero llamar tesón y coraje frente a la adversidad-, para honrar a varias generaciones de ganaderos que soportaron una violencia sin parangón por parte de todos los actores violentos que en Colombia han sido, celebramos nuestro día recordando a quien ha sido víctima de esa victimización ganadera -victimización invisible- que, en buena hora la Fundación Colombia Ganadera sacó a la luz para acabar con el olvido.

Pero bueno, esta remembranza no es gratuita porque el país está cayendo nuevamente en una vorágine de violencia e inseguridad rural a manos de narcoterroristas de toda laya, que amenazan con devolvernos a épocas dolorosas que creíamos superadas.

En 2023, a raíz de los anuncios de reforma agraria del gobierno, se desató una ola de invasiones de tierras a las que el gremio respondió con una propuesta novedosa, basada en tres elementos fundamentales. El primero, solidaridad ganadera, en apoyo a quienes estaban siendo víctimas de invasiones; segundo, la articulación estrecha y oportuna con la fuerza pública y las autoridades locales, para evitar la invasión o lograr su desalojo; y tercero, la presencia pacífica de los ganaderos de la zona como único elemento disuasivo. Son las Brigadas Ganaderas Solidarias, que han cumplido su cometido en muchos intentos de invasión y sobre cuyos principios dimos un paso adelante y creamos, en el 2024, los Frentes Solidarios de Seguridad y Paz que, bajo el liderazgo del Mayor General de la Policía Nacional en uso de buen retiro, Fernando Murillo, hoy son una realidad que se expande en las regiones ganaderas generando redes de alertas tempranas como una estrategia preventiva frente a los delitos de mayor ocurrencia contra la ganadería.

Ante la situación de inseguridad, que amenaza no sólo a la ganadería sino a todo el sector agropecuario, no es en vano que hayamos convocado nuestro máximo evento gremial -el Congreso Nacional de Ganaderos, que se reunirá a finales de noviembre en Barranquilla bajo el lema de “Seguridad ganadera solidaria, porque unidos somos más”. Sí. Unidos somos más, y no sólo para hacerle frente a la inseguridad derivada de la violencia, sino a la inseguridad de la subsistencia misma de más de trescientos mil ganaderos dedicados a la producción de leche, y hoy enfrentados a una crisis sin precedentes de la cual saldremos con el mismo tesón de siempre, con el que seguimos reclamando soluciones y aportando recursos de la parafiscalidad -¡nuestros recursos!- para sumarlos a los del gobierno y ojalá a los de la industria para avanzar en soluciones estructurales y significativas.

Unidos somos más, para continuar preservando el estatus de país libre de fiebre aftosa con un inmenso esfuerzo económico, que va siendo hora de que empiece a ser acompañado por el presupuesto nacional, para liberar los recursos que necesitamos para modernizar tecnológicamente a la ganadería colombiana.

Unidos, amigos ganaderos, somos más, finalmente para construir esa nueva ganadería colombiana ambientalmente sostenible pero también rentable y competitiva, que premie con un mejor estar a las ganaderas y ganaderos de Colombia, y que incentive a esas nuevas generaciones que van creciendo, en la pasión, pasión ganadera, pasión por una noble actividad que lleva alimentos la mesa de los colombianos y que se proyecta a los mercados internacionales de carne y leche.

Y unidos, porque así somos más, celebremos la grandeza de la ganadería y nuestro aporte al desarrollo del país, a la construcción de tejido social en el campo, y al logro de la paz para Colombia.

A todos los ganaderos: ¡Feliz día Nacional del Ganadero!