Al celebrarse los 60 años de Fedegán y 30 del Fondo Nacional del Ganado, es importante recordar que una de las prioridades del gremio ha sido modernizar la comercialización y para ello promovió y montó frigoríficos en diferentes partes del país.
Desde el momento que se implementa el plan de erradicación de la fiebre aftosa, el objetivo primordial fue lograr que Colombia pudiera ser exportador de carne y leche. Para eso tenía que certificarse internacionalmente como país libre de aftosa con o sin vacunación y por eso la conclusión inmediata del programa es hay que construir unos frigoríficos que cumplan la normativa internacional, recordó el exgerente de Friogan, Jaime Giraldo.
El proceso fue ubicar las zonas de mayor producción ganadera con el objeto de establecer en esas regiones las plantas de sacrificio. No era lógico transportar animales por muchas horas en camión con pieles, boñiga, cascos, maltrato animal, etc., para traerlos desde las zonas de producción ganadera a los centros de consumo donde están ubicadas normalmente las plantas de sacrificio.
Por esa razón se ubicaron las zonas de producción ganadera, en este caso, los Llanos, el Magdalena Medio en La Dorada, la zona del suroeste antioqueño en La Pintada, la zona de Sucre y, un frigorífico que buscando el comercio con Venezuela, se estableció en la ciudad de Cúcuta.
Siempre se pensó en el mercado nacional, pero también en el de exportación, cuando un país es libre para exportar, no se trata solamente del tema zoosanitario, sino que las plantas de sacrificio son visitadas por las autoridades sanitarias de cada país donde se desea exportar para verificar que esos frigoríficos cumplen con la norma internacional. (Lea en CONtexto ganadero: Siéntase tranquilo, los frigoríficos trabajan en la inocuidad de productos)
Inversión en frío
La palabra frigorífico implica frío y ese es el gran paso que Fedegán, con recursos del Fondo Nacional del Ganado, da para incursionar en esta área para tratar de modernizar la comercialización de carne en Colombia que es carne en caliente, es decir, el animal se sacrifica en cualquier parte del país y por la tarde ya se están comiendo esa carne.
Cuando se habla de frío se suspende, mediante la refrigeración, la proliferación de bacterias, se facilita el proceso de transformación de la carne en fibra, a través de la maduración por el frío y eso hace que se consuma una carne mucho más digerible y más blanda. Eso hace Fedegán al tratar de modernizar con estas plantas el mercado nacional, pero siempre pensando en que se pudiera exportar.
El primer mercado natural es Venezuela y se inicia un proceso de exportación masivo lo cual lleva a generar unos endeudamientos de los frigoríficos para crecer rápidamente la capacidad de frío de cada una de estas plantas, requisito indispensable para poder exportar.
Friogan, que es como se llama la unión de los frigoríficos, logra exportar un promedio de 90 a 95 mulas semanales de canales y carne despostada hacia Venezuela. Ese mercado es el que mueve y dinamiza todo este proceso. Para ello aumenta de manera importante su capacidad de refrigeración y en el momento en que anochece el mercado de Venezuela abierto y amanece cerrado, toda esa infraestructura de los frigoríficos nacionales queda cerrada al mercado del vecino país y solo con el mercado nacional. Ahí empiezan las dificultades de estas plantas, primero para cubrir los pasivos financieros y, segundo, porque el mercado colombiano no evoluciona a la velocidad que se requiere y esto pone en dificultad a los frigoríficos.
Los frigoríficos quedan con una clientela muy reducida que son las grandes cadenas que requieren este proceso de calidad, de higiene y de carnes maduras. Algunos pocos comercializadores modernos que también manejan este concepto son los otros clientes que se mantienen, pero la gran masa de consumidores en Colombia no está educada para comer carne refrigerada y empacada al vacío, todavía. (Lea en CONtexto ganadero: 6 frigoríficos colombianos serán elegidos para exportar carne a EE.UU.)
Educar al consumidor
Se inicia un proceso de apertura de tiendas directas para llegar al consumidor final, tratar de educarlo con este concepto de carne empacada al vacío, madurada y refrigerada. A pesar que se logran éxitos, el tema fiscal golpea durísimo este programa porque tanto el ganadero como el que sacrifica a nivel mayorista y el carnicero al detal, manejan este tema sin declarar.
Fedegán hizo muchas denuncias en este sentido, pero no hubo respuesta del gobierno ni de la Dian para implementar unos controles que permitieran que la comercialización de carne se manejara por encima de la mesa y este ocultamiento del proceso comercial de la carne dificulta que se pueda modernizar el mismo.
Por otro lado, se luchó por muchos años para que el Invima regulara y evitara que existieran mataderos de primera y de segunda, donde estas plantas modernas y unas muy pocas más que existían se manejaban con un criterio y el resto eran mataderos sin ningún control aun en grandes ciudades y que no manejaban la higiene, el frío, ni cuidados en el transporte.
El gobierno no intervino, fue dilatando estos procesos y no se logró que entrara en vigencia una legislación que cerrara una serie de plantas y que permitiera que estos grandes frigoríficos del FNG y de particulares surtieran con carnes frías, refrigeras, de calidad, los municipios pequeños donde no ameritaba tener un matadero municipal en condiciones lamentables de higiene.
Ante la ausencia del gobierno, este programa se fue quedando solo y se generó, finalmente, la dificultad financiera que terminó con la venta de estas plantas a particulares que hoy están retomando y aprovechando un esfuerzo de los ganaderos colombianos con recursos enormes. (Lea en CONtexto ganadero: Clandestinidad, dificultad constante de frigoríficos durante cuarentena)
El gremio fue un jalonador importante en tratar de vincular a los ganaderos en estos programas, que invirtieran como accionistas porque de lo que se trataba era que su esfuerzo como ganaderos no quedara perdido en la puerta de la finca cuando un intermediario llegaba a comprarles el ganado y todo el esfuerzo que hubieran podido haber hecho para obtener ganados de calidad y pago económico por rendimiento se perdía. Esa utilidad se la está ganando el que sacrifica el animal.