Cuando resta año y medio, aproximadamente, para que finalice este gobierno, los gremios de la producción agropecuaria continúan sintiendo la falta de apoyo y de políticas claras que los ayude a salir adelante.

En el marco de Expomalocas 2025 se llevó a cabo un panel en el que participaron gremios como Fedepalma, Fenalce, Fedeabejas y Fedecacao, con la moderación de la SAC y la participación del Banco Agrario, en donde los dirigentes gremiales, además de hablar de temas regionales, plantearon sus inquietudes y preocupaciones frente al actual gobierno.

En general se observó un consenso en temas como la preocupación por la inseguridad física y jurídica, así como la falta de políticas que trasciendan y que sirvan para impulsar verdaderamente la actividad agropecuaria y las inversiones en el campo.

El panel denominado “inversiones que transforman el campo” sirvió para llamar la atención del gobierno sobre lo que piensan los productores que se requiere para que haya inversiones y el campo se desarrolle.

La prioridad del sector agropecuario es, en general, la seguridad física y la jurídica. Sin embargo, también indicaron que lo malo es que no está en manos de ellos darle solución a esta problemática que impide un mayor desarrollo de la potencialidad que se tiene en el campo, en zonas como la Orinoquía para ampliar la oferta de producción de alimentos y de energía renovable, así como las exportaciones. (Lea en CONtexto ganadero: ¿La inseguridad pone en riesgo la inversión en ganadería?)

De acuerdo con el presidente de Fedepalma, Nicolás Pérez, “si las condiciones básicas de seguridad, tanto jurídica como física no están presentes, va a ser muy difícil que el esfuerzo que se requiere en materia de inversiones y dedicación de tiempo se den para materializar esas oportunidades.

La seguridad física se ha deteriorado en todo el país y en particular en algunas zonas como el Catatumbo, el Cauca y el sur de Bolívar, por mencionar solo algunas de ellas.

En materia de seguridad jurídica está todo el tema relacionado con la propiedad de la tierra porque ha habido una proliferación de normas y regulaciones que ponen en duda la certeza sobre la tenencia y el aprovechamiento de la tierra y si esto no se resuelve en el corto plazo no se sabe qué pueda pasar en el año y medio que queda de este gobierno.

Faltan incentivos para crecer

Entre tanto, el gerente de Fenalce, Arnulfo Trujillo, manifestó que mientras el presidente Gustavo Petro dice sembremos maíz (ante el enfrentamiento que tuvo con Donald Trump y que anunció aranceles recíprocos) en el país ha ido decreciendo el área sembrada con este cereal porque no se puede competir con los subsidios a los productores de Estados Unidos, desde donde llega gran cantidad del cereal. (Lea en CONtexto ganadero: Inseguridad jurídica en la propiedad de la tierra afecta inversiones en proyectos productivos)

Además, dijo, el Meta es el que está sosteniendo el cultivo porque es la región donde ha ido creciendo ya que, en la costa atlántica, que era otra zona fuerte en producción, se observa un descenso, al igual que en el Huila y el Tolima.

Por eso, afirmó, se necesitan políticas claras y de Estado para el sector agropecuario en general, es decir que trascienda los gobiernos de turno y le dé la estabilidad que necesita este renglón de la producción. Además, se deben fortalecer las organizaciones y en caso del maíz se requieren semillas que puedan afrontar el cambio climático.

Por su parte, el presidente de Fedecacao, Eduard Baquero, coincidió en que el tema de seguridad es fundamental en todos los sentidos y pese a ello el año anterior se alcanzó la producción más grande de cacao, justo en el momento en que el sector atraviesa una bonanza con precios internacionales y nacionales históricos. Precisamente por esta situación, denunció, se están metiendo a las fincas de los productores a robarse el cacao.

Destacó, igualmente, que gracias a esos precios se ha logrado un récord en el recaudo de la cuota parafiscal, cuya cifra consolidada todavía no se tiene, pero se sabe con la mayor producción y con los altos precios el resultado es también una cifra histórica, recursos que se invierten en investigación, transferencia de tecnología y apoyo a la comercialización. (Lea en CONtexto ganadero: Ante la globalización: diseñar una política agropecuaria de Estado)

Entre tanto, el presidente de Fedeabejas, Fabio Diazgranados, indicó que en Colombia la apicultura pasa “de agache”, pese a que en los últimos años han venido reclamando la importancia que tienen las abejas y por eso hace tres años se logró sacar adelante la ley apícola colombiana que todavía tiene pendiente su reglamentación donde se busca que haya políticas claras para el sector.

Desde el comienzo de este gobierno se le presentó al Ministerio de Agricultura una propuesta para llevar de 200 mil colmenas que hay hoy día a un millón en cuatro años o por lo menos a 600.000 porque la producción actual no alcanza a cubrir ni el 30 % de la demanda nacional.

Sostuvo que la gente cuando le hablan de abejas piensa en miel, pero el mayor regalo es la polinización porque la productividad de muchos cultivos depende de estos insectos y los apicultores en el país son pequeños, la mayoría no tiene más de 20 colmenas.