De acuerdo con el relato de Marco Fidel, ganadero de tradición y uno de los propietarios de la finca ubicada en el sector de la Lizama a 90 km de Bucaramanga, los acontecimientos comenzaron temprano, cuando a las 6 a. m. un grupo de personas se autodenominó indígenas y afirmó estar recuperando tierras que les pertenecían.

«Yo le dije a mi hermano: ‘Bájese usted a la finca para que haga presencia y yo voy a buscar un abogado’. Busqué al abogado para entablar una querella, llevarla a la Policía, luego a la Fiscalía, adjuntamos las escrituras donde demostramos que somos los propietarios. Hacia las 11.30 a. m. pude bajar y pude ver entre 60 y 80 personas. Ya había cambuches, mercado, y las personas argumentaban que la tierra les pertenecía, que la Sociedad de Activos Especiales se las había adjudicado», relató.

Ante la amenaza, los hermanos Cortés Ruiz buscaron el respaldo de las autoridades pertinentes, lo que incluyó la intervención de la Policía Nacional y la colaboración de la Gobernación de Santander. Pero sin lugar a dudas, la pronta publicación de la situación en redes sociales contribuyó para que otros ganaderos de la región se movilizaran, uniéndose al esfuerzo por proteger la propiedad privada.

A las pocas horas, gracias a la coordinación de los gremios afiliados a la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegá), la finca ya contaba con la presencia de ganaderos de Barrancabermeja, Lebrija, Sabana de Torres, Cimitarra, Puerto Parra y Puerto Berrío, quienes se unieron a los propietarios para defender su derecho a la propiedad privada. (Lea en CONtexto ganadero: Finca ganadera en Barrancabermeja es invadida por más de 20 familias indígenas)

En palabras de Cortés Ruiz, la colaboración de los ganaderos fue esencial. Su presencia demostró que la comunidad estaba unida para proteger sus derechos y propiedad privada. Este respaldo, junto con la presencia de las autoridades de Policía y Gobernación, fue determinante para disuadir a los invasores, quienes finalmente desalojaron la finca al cerrar la tarde.

«Esto fue un ejemplo claro que, como dice el refrán, la unión hace la fuerza. Es muy importante agremiarnos y estar muy atentos a cualquier cosa que le suceda a alguien para apoyarnos entre nosotros mismos. Ayer el apoyo fue muy grande de los todos los amigos ganaderos, todo el mundo fue muy solidario», expresó.

El ganadero también brindó algunas recomendaciones a otros productores que, como él, sean víctimas de invasiones en futuros casos: «El día que llegue a ocurrir otra invasión, en donde sea, lo primero que hay que hacer es pedir apoyo y solidaridad, alertar por redes sociales. La presencia de los seres humanos hace más que las armas y la violencia». (Lea en CONtexto ganadero: Fedegán pone en marcha ocho Frentes Solidarios de Seguridad Ganadera)

Y concluyó: «Uno tiene que hacer presencia y hacer valer sus derechos como ciudadano. La propiedad privada es un derecho constitucional que hay que hacerlo respetar en Colombia. Cuando uno se siente respaldado por el gremio, dan ganas de seguir luchando».