Desde la posesión de Gustavo Petro, las invasiones a haciendas ganaderas y del sector agropecuario en general se ha disparado en varias zonas del país. Este fenómeno se ha visto agravado por el discurso ambiguo del gobierno nacional en torno a la propiedad de la tierra y los derechos que sobre ella recaen.
No ha sido suficiente con la oferta y disposición para vender más de 1.5 millones de tierra fértil para destrabar la Reforma Rural Integral, uno de los pilares fundamentales del programa de gobierno de Petro y, argumento principal de quienes, contra la naturaleza de la ley, ocupan predios privados.
Bastantes informes hay en la prensa nacional, regional y local sobre estos eventos y la violencia con la que suelen presentarse. Estas acciones, según varios analistas jurídicos no solo encuadra en el delito de invasión de tierras, sino que, en muchos casos, esta modalidad delictiva puede concurrir con otras como: secuestro, daño en bien ajeno, abigeato, hurto calificado y hasta, violencia contra servidores público, cuando se impiden los desalojos de la Policía.
Este panorama, que se ha intensificado en algunas zonas del país donde hay especial interés en acceder a los terrenos, dada su fertilidad y cercanía con vías nacionales que facilitan el intercambio comercial y valorizan los predios, motivó la puesta en marcha de una estrategia de seguridad denominada Frentes Solidarios de Seguridad y Paz.
En la práctica, los Frentes Solidarios de Seguridad y Paz, a pesar de la animadversión de varios actores políticos y sociales, son un grupo de ganaderos que comparte información en tiempo real con las autoridades administrativas, policiales y judiciales, sobre situaciones sospechosas que se avizoran en sus zonas de influencia, en aras de que se prevenga y combata el delito. Igualmente, hacen acompañamiento a las jornadas de desalojo que se llevan a cabo por parte de las autoridades administrativas y policiales cuando se presentan en tiempo las denuncias y querellas.
Agencia Periodística de Noticias (APN) se contactó con el General en uso de buen retiro, Fernando Murillo Orrego, estratega de seguridad de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) para conocer en detalle cómo avanzan los procesos de desalojo en dos haciendas ganaderas que fueron invadidas el fin de semana pasado en los municipios de Pailitas, Cesar y Cimitarra, Santander y, saber cómo avanza la estrategia Frentes Solidarios de Seguridad y Paz, resistida y cuestionada por un sector de la sociedad y la política.
General Murillo, ¿Qué se sabe de las invasiones presentadas el fin de semana pasado en las haciendas La Sonora, en Pailitas, Cesar y La Borinqueña, en Cimitarra, ¿Santander?
Fernando Murillo Orrego (F.M.O.): Esta semana desafortunadamente volvemos los ganaderos a ser víctimas de las acciones desarrolladas por las mafias de tierras, los cuales se hacen llamar ‘Los Tierreros’: personas que se dedican mediante engaño a conseguir personas ingenuas o necesitadas, específicamente en poblaciones vulnerables para que mediante la práctica de en masa, ingresen a cualquier predio o inmueble rural o urbano denominado finca o lote y sin importar de quién es o sin importar todo el sacrificio que realiza un campesino o un ciudadano para hacerse a ese bien y lo ponga a producir especialmente en temas alimenticios para el bienestar de todos los ciudadanos.
¿Qué consecuencias tienen estas ocupaciones ilegales tanto en el predio, como en los bienes muebles e inmuebles que contiene y a qué se enfrentarían en términos judiciales quienes sean capturados en el desarrollo de estas acciones?
Incomprensible es la forma como llegan estas personas y destruyendo lo poco que hay, se toman estos lugares con el único fin de construir un supuesto proyecto de vida, sin recursos y sin legalidad. Lo único cierto es que estas acciones no solo se encuadran el delito de invasión, sino una gran afectación al medio ambiente y otros delitos.
¿Qué razones o justificaciones dan quienes ejecutan estas acciones cuando son confrontados por los propietarios y autoridades?
Estos mal llamados líderes, que por vía de hecho y de engaño quieren hacerse a la propiedad privada, dicen ser enviados en las hoy políticas del cambio del gobierno nacional, de la ANT etc., dicen tener el aval para delinquir. Igualmente, vuelven a las inhumanas prácticas de usar como estrategia de dilación a las diligencias de lanzamiento: mujeres embarazadas, niños, niñas, adolescentes o personas de la tercera.
¿Cómo ha sido la respuesta de las instituciones competentes en estos casos y qué papel han desarrollado los Frentes Solidarios de Seguridad y Paz en la restitución de los bienes y la prevención de estos delitos?
Hoy agradecemos y aplaudimos la acción interinstitucional que por su misionalidad actúan integradamente con el liderazgo de los alcaldes para restituir los predios, protegiendo los derechos de los propietarios legalmente constituidos, además, se debe resaltar que las invasiones este año contra el gremio ganadero han sido muchas y los Frentes Solidarios de Seguridad y Paz han jugado un papel importante no solo llamando la atención de las autoridades, sino también, acompañando solidariamente a esos funcionarios que actúan en derecho y en beneficio de esa comunidad luchadora y trabajadora como son los ganaderos.
Un sector de la sociedad y la política se ha mostrado en contra de la acción de los Frentes Solidarios de Seguridad y Paz, argumentando que no cumplen el objetivo por el cual se instituyeron. ¿Qué se puede reportar hoy casi un año de la puesta en marcha de esta estrategia?
La actividad de Brigadas Solidarias instituida por Fedegán ha llevado a que ahora los diferentes gremios rurales afectados por este fenómeno, pidan la asesoría de nosotros como pioneros, para estructurar también un mecanismo similar que evite la pérdida de sus bienes y que, sin duda alguna, legitiman la estrategia Frentes Solidarios de Seguridad y Paz, porque están los registros en la prensa, los cuales dan cuenta de que no se ha usado la violencia para recuperar predios, todo se ha realizado con el diálogo y la comunicación entre las partes y el juez natural, que son las autoridades .
Finalmente, General, sinceramente ¿Ha funcionado la estrategia?
Hoy la delincuencia de tierras sabe que los ganaderos y la institucionalidad están unidos y que existe una buena comunicación para actuar bajo el marco de la ley en forma eficaz, oportuna y rápida. Eso ha llevado a desestimar a estos mal llamados líderes sociales y se empieza a ver el resultado en la disminución de esta práctica, porque ¡Unidos somos más!