Con la parafiscalidad agropecuaria se busca dar solución a las necesidades de los productores en el desarrollo de sus actividades, las cuales no han sido debidamente atendidas por la institucionalidad del sector en aspectos fundamentales como la investigación y la innovación tecnológica, la asistencia técnica, la capacitación, la sanidad agropecuaria y la calidad e inocuidad de los productos para su comercialización y exportación.
Así lo planteó la Contraloría General de la República en un foro realizado con motivo de los 30 años de expedición de la Ley 101 de 1993, donde indicó que la parafiscalidad en el sector agropecuario se ha consolidado como una de las políticas sectoriales de mayor dinamismo en el desarrollo rural.
Como organismo de control fiscal, la Contraloría ha tenido la responsabilidad de velar por el correcto recaudo e inversión de estos recursos y, en este sentido, ha encontrado aspectos importantes a mejorar en la administración de los fondos parafiscales.
En sus auditorías, ha encontrado que la coordinación entre el Ministerio de Agricultura y los administradores de los fondos parafiscales ha sido débil y no ha respondido a una visión de política pública agropecuaria consistente como política de Estado, que impulse el desarrollo, la competitividad y la seguridad alimentaria del país. Las actuaciones aisladas y sin sinergia entre los entes institucionales y gremiales no han permitido que se superen del todo las agudas brechas de pobreza y desigualdad en el campo.
El Contralor delegado para el Sector Agropecuario, Anwar Salim Daccarett, manifestó que este es un problema que debe resolverse, dado que las fallas de coordinación conducen a resultados negativos para todos.
Sobre el Ministerio de Agricultura, consideró que “está llamado a dictar la política agropecuaria promoviendo la intervención coordinada de todos los agentes que la conforman, De lo contrario se tendrán esfuerzos aislados que vuelven muy difícil superar las brechas de desigualdad en el sector”. (Lea en CONtexto ganadero: Resolución de MinAgricultura redirecciona dinero de parafiscales agropecuarios)
En su labor de control fiscal, la Contraloría ha encontrado que el papel del Ministerio de Agricultura en la junta directiva de los fondos parafiscales se limita simplemente a verificar que las inversiones decididas por los privados se ajusten a los 5 grandes rubros definidos por la ley 101 de 1993. Las aprueba y asunto concluido.
“Consideramos que lo deseable para el país es la coordinación y la complementariedad en las juntas directivas de los fondos parafiscales con las políticas y acciones estatales”, enfatizó el contralor delegado.
Hallazgos
Los hallazgos de la Contraloría General de la República en los Fondos Parafiscales se han centrado principalmente en la calidad de la información, el recaudo de la cuota de fomento y la inversión de los recursos. Para la entidad existen grandes falencias en la calidad de la información rendida a través de los aplicativos de la Contraloría General y es así como algunos fondos no reportan completamente su información financiera y contable.
En cuanto al recaudo indicó que para la vigencia 2023 los 14 fondos del sector, sin incluir café, recaudaron un total de $694.095 millones, distribuidos así: el 72 % provenientes de los fondos de palma, ganado y leche; el 27 % proveniente de arroz, hortifrutícola, avícola, papa, cacao y cereales y el 1 % restante los fondos de soya, leguminosas, cauchero, algodonero y tabaco. No todos los administradores disponen de suficientes recursos para atender las necesidades de cada sector productivo, por lo que deben priorizar y focalizar la inversión de los recursos.
En tal sentido, también destacó que históricamente, los gastos de los fondos se distribuyen 25 % para funcionamiento y 75 % a la ejecución de los proyectos de inversión, de acuerdo con las actividades definidas por la Ley 101 de 1993. (Lea en CONtexto ganadero: Cambios en fondos parafiscales deben ser concertados: Fedearroz)
Los cerealistas
Por su parte, el gerente de Fenalce, Henry Vanegas, indicó que estos recursos han servido para financiar proyectos de investigación en fitomejoramiento para la obtención de cultivares mejorados, el extensionismo de conocimientos generados, las buenas prácticas agrícolas (BPA) y Buenas Prácticas en la Poscosecha e inversiones en infraestructura productiva, que contribuyan con la mejora de la competitividad de los sectores que se apoyan.
Destacó los fondos de fomento como instancias necesarias para direccionar y articular los recursos recaudados. “Es a través de estos fondos que se apoya la siembra y la producción local, se promueve la comercialización nacional y el consumo de cereales, leguminosas y soya”, sostuvo.
Se refirió al foro como un espacio clave para mostrar en qué se invierten los recursos de los fondos de fomento, esenciales para impulsar una mayor producción agroalimentaria, fortalecer capacidades técnicas en investigación, la generación del conocimiento como bien público y las Buenas Prácticas de cultivo como el Fenalcheck para una mayor productividad. “Tenemos que fortalecer más la investigación, la transferencia de tecnología e incentivar aún más el consumo de lo nuestro”, expresó Vanegas Angarita.
Durante estas tres décadas de existencia de la Ley, Fenalce, por medio de los fondos parafiscales, ha llevado a los productores nuevas y mejores semillas, ha incrementado el promedio de rendimiento por unidad de área a través de la transferencia tecnológica, capacitaciones, días de campo e información de indicadores de mercado y precios, capacitación en buenas prácticas de manufactura y de postcosecha para la inocuidad y calidad, avanzando a procesos de transformación hasta llegar al consumidor final en las distintas zonas del país. (Lea en CONtexto ganadero: Gobierno busca manejar los hilos de los fondos parafiscales del sector agropecuario)
El directivo instó a mayores esfuerzos para fortalecer el trabajo intergremial, con el objeto de promover el consumo de los productos nacionales en el mismo sector agropecuario o cerrando ciclos productivos con el sector pecuario. Resaltó como una de las grandes apuestas del gremio, fortalecer el trabajo con otros sectores productivos.
“Con el uso del maíz nacional se mejoraría la eficiencia y el rendimiento en los sectores pecuarios que lo requieren. Al usar material fresco, con cosechas recientes y de la calidad que produce nuestro país, se mejoraría aún más la alta eficiencia productiva de la industria pecuaria”, indicó.
Así mismo, resaltó la importancia de integrar ciclos entre lo agrícola y lo ganadero, en donde se refirió al maíz como el mejor aliado del ganadero. A su juicio, las alianzas entre gremios favorecen el consumo de los productos que se obtienen en nuestro país, dinamizan la economía desde lo local, traen consigo la generación de empleo y promueven la riqueza desde las regiones.