En medio de una coyuntura favorable por el aumento de la producción y los altos precios internacionales y nacionales, el sector cafetero realiza del 4 al 6 de diciembre su 93 congreso nacional.

En las últimas semanas se ha visto que el precio internacional, en la Bolsa de Nueva York, superó los tres dólares por libra, valor que no se veía desde hacía mucho tiempo y que se refleja en el precio pagado al productor nacional por la Federación Nacional de Cafeteros que ha alcanzado cifras de $2.785.000 por cada saco de 125 kilos.

A pesar de ello, el gerente del gremio, Germán Bahamón, ha sido contundente en que Colombia no está viviendo una bonanza cafetera y que los resultados recientes solo representan un equilibrio frente a los difíciles años anteriores. “2023 fue uno de los años más difíciles para los productores, con rentabilidad golpeada tras tres años de lluvias intensas. Lo que vemos ahora apenas compensa esas pérdidas”, ha dicho el directivo,

Así mismo, las exportaciones de café de Colombia entre enero y octubre de este año tuvieron un crecimiento del 17 %, al registrar 9,8 millones de sacos de 60 kilos, que tuvieron como destinos principales a Estados Unidos, Canadá, Bélgica, Alemania y Japón. (Lea en CONtexto ganadero: Colombia produciría 13 millones de sacos de café este año: Fedecafé)

En 2024, la producción cafetera ha crecido un 19 %, con precios internacionales que superan los 3,20 dólares por libra. Este movimiento de alza de precios, según expertos, se debe principalmente a las menores expectativas de Brasil, el mayor productor mundial, cuya cosecha sentirá el impacto de una grave sequía que afecta a ese país y de los incendios.

Bahamón destacó en redes sociales la tenacidad de los cafeteros de Colombia que, con esfuerzo y dedicación, han “logrado una producción de 12,9 millones de sacos en más de 600.000 fincas, creciendo 19 %” y agregó que este año se estima una producción de 13 millones de sacos de café.

Este panorama ha permitido avanzar rápidamente en el tema de la renovación, “En 2022 renovamos 63.000 hectáreas y en 2023, 77.000; este año estimamos que pasaremos las 90.000 hectáreas renovadas, una muy buena noticia para el país porque significa abonar para el futuro”, aseguró.

Para Bahamón, la implementación de nuevas tecnologías, mejores prácticas agrícolas y programas de capacitación, han permitido aumentar significativamente la producción por hectárea que había disminuido en los años anteriores debido a fenómenos climáticos.

Faltan contenedores

Sin embargo, no todas las noticias son buenas para el sector. El presidente de la Asociación Nacional de Exportadores de Café de Colombia (Asoexport), Gustavo Gómez, alertó que, a pesar de los buenos números, los problemas logísticos relacionados con la exportación del café amenazan con frenar el potencial del sector en este contexto tan favorable. (Lea en CONtexto ganadero: Los cafeteros se proponen aumentar el consumo interno y conquistar más consumidores internacionales)

“Este panorama positivo podría verse amenazado porque hay una interrupción de la cadena logística de exportación de café”, explicó Gómez. La falta de contenedores y la congestión en los puertos están retrasando el embarque de café hacia destinos clave como Estados Unidos, Canadá, Bélgica, Alemania y Japón, principales compradores de café colombiano.

Por su parte, el presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), Javier Díaz, aseveró que “esta situación configura riesgos para la calidad e inocuidad del café al quedar represado en los distintos terminales marítimos del país, así como sobrecostos e ineficiencias en la cadena logística de las empresas exportadoras”.

El riesgo de que el café quede almacenado durante largos periodos en puertos o terminales de embarque puede comprometer las características del grano, que es muy sensible a las condiciones de almacenamiento. La acumulación de café en los puertos, además de poner en peligro la calidad del producto, también genera sobrecostos adicionales que incrementan el precio de la exportación, afectando la competitividad de Colombia frente a otros países productores de café.

Empresas exportadoras están viendo cómo los costos adicionales asociados a la falta de contenedores y a los retrasos logísticos afectan sus márgenes de ganancia. La congestión en los puertos y la escasez de espacio en los buques también están retrasando la llegada de ingresos a las zonas cafeteras, donde los caficultores ya habían comenzado a ver los beneficios de una cosecha abundantemente buena. (Lea en CONtexto ganadero: Conozca los nuevos mercados a los que le apuesta la caficultura colombiana)

Ante esta crisis, Asoexport ha hecho un llamado urgente a las líneas navieras y a los exportadores para trabajar de manera conjunta en la búsqueda de soluciones que alivien los efectos de la disrupción logística. Gómez solicitó el apoyo del Gobierno para encontrar soluciones a esta contingencia, que permita a Colombia continuar exportando café a más de 120 países, manteniendo los más altos estándares de calidad y confiabilidad.

De igual manera, los altos costos de producción, especialmente en mano de obra, siguen afectando la rentabilidad de los caficultores. Además, la inseguridad en regiones productoras clave, como Huila, Tolima y Cauca, ha incrementado las extorsiones y robos, desincentivando la inversión en el sector. “La situación de seguridad es preocupante, y necesitamos más apoyo para proteger a los productores”, afirmó Bahamón a revista Semana.