Fabio Diazgranados presidente de Fedeabejas
Foto: CortesíaEl presidente de Fedeabejas, Fabio Díazgranados, llamó la atención sobre la adulteración y falsificación de mieles en Colombia.

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Colombia tiene mucho espacio para crecer en apicultura: Fedeabejas

Por Edgar Aldana - 10 de Febrero 2025

El presidente de Fedeabejas, Fabio Díazgranados, llamó la atención sobre la adulteración y falsificación de mieles en Colombia.

La adulteración y falsificación de la miel es un problema grave para los apicultores que buscan que el gobierno ejerza un mayor control.


En Colombia de cada diez frascos de miel que se venden, siete no lo son, pero es muy difícil diferenciarlo, afirmó el presidente de Fedeabejas, Fabio Díazgranados.

Se considera que el déficit de la oferta está entre el 80 y el 70 %, es decir, “nosotros con la producción actual de 6.500 toneladas anuales en promedio solo abarcamos del 20 al 30 % del consumo nacional”.

Esto significa que hay mucha gente consumiendo miel que no sabe que no es miel, porque “esa parte que no estamos logrando satisfacer, lo están copando los adulteradores y los falsificadores. Entonces fíjese el problema tan grave que tenemos al frente, mientras no empujemos nosotros, la oferta de miel no podemos desplazar al falsificador y al adulterador y esa parte es clave para el desarrollo apícola”.

De acuerdo con lo expuesto por el dirigente gremial, en este momento el sector apicultor en Colombia viene creciendo constantemente a un promedio de 10 % anual, aunque se considera que es poco porque se quiere que sea algo exponencial y eso lo proponen cada vez que tienen oportunidad.

Desde el comienzo del gobierno se han reunido con el Ministerio de Agricultura para presentar las proyecciones de la apicultura en Colombia y era pasar de las 200.000 colmenas que existen hoy a un millón en el cuatrienio o por menos llegar a 600.000. (Lea en CONtexto ganadero: Así puede implementar apicultura en su finca)

“Necesitamos realmente que las colmenas que tenemos y la producción de miel se quintuplique en el país porque tenemos que llegar a ser capaces de satisfacer nuestra demanda interna y que realmente podamos mirar los mercados internacionales con optimismo”, afirmó Diazgranados.

Para lograr esto considera que se necesitan tres cosas: primero, inversión tanto del sector público como del sector privado; segundo, capacitación y profesionalización de la economía apícola; y, tercero, que se tenga conciencia de la importancia de las abejas no solamente en el sector agrícolas sino en el sector ambiental.

Aseguró que el producto más importante de las abejas es la polinización, ya que tres cuartas partes de los alimentos que llegan a nuestra mesa es gracias a las abejas. “La productividad de la mayoría de los cultivos depende, en gran parte, de las abejas que garantizan nuestra seguridad alimentaria ya que gracias a su labor las productividades pueden aumentar hasta un 80 %. Entendiendo eso tenemos que fomentar la actividad porque en la medida que invertimos en apicultura se beneficia tanto el gremio apícola como todo el gremio agropecuario del país”.


Ley apícola


Uno de los temas destacados, pero que todavía deja un sinsabor es el de la ley apícola que fue tramitada y aprobada hace tres años, pero que aún no ha sido reglamentada y se espera que se haga “orientada al espíritu de la ley que es el fomento y el desarrollo apícola”. (Lea en CONtexto ganadero: La polinización de las abejas ayuda a aumentar el peso de los frutos)

Se necesita el fomento de la actividad desde el gobierno central, al igual que en las regiones donde muchas veces esos gobiernos departamentales son más receptivos para darle ese empuje que se requiere. Otro aspecto clave de la reglamentación es lo relacionado con la adulteración y falsificación de la miel ya que se debe poner en cintura a quienes realizan estas prácticas.

De hecho, dijo, en este momento está en consulta pública la resolución de la miel, que lleva a tratar de controlar ese flagelo y a proteger al apicultor, al productor y al comercializador de miel nacional para que logremos combatirlo eficientemente. “Falta mucho, pero va a ser una herramienta importante que en la medida que la logremos aplicar va a ser beneficio para la apicultura”.

No obstante, reconoció que es muy difícil, hoy día, diferenciar una miel verdadera de una adulterada o una falsificada porque la falsificación está llegando a puntos tan sofisticados que sin tener un laboratorio con unas pruebas específicas no se puede determinar que la miel es falsa o no.

“Una de las grandes batallas que nosotros damos para combatir la falsificación es denunciar las mieles falsificadas que encontramos en el mercado, pero uno no puede hacer una demanda temeraria, usted entra a un almacén, inclusive de grandes superficies, pequeñas superficies, las tiendas de barrio, las plazas de mercado, toda esa miel que usted encuentra ahí no lo es. Usted lo sabe, usted lo conoce, ya por su color, por su aspecto, se sabe que no es miel, pero tiene una gran etiqueta de miel de abejas, pero para coger yo esa etiqueta de ese frasco y demandarlo y denunciarlo tengo que tener unos soportes legales porque si no se devuelve contra uno”, manifestó. (Lea en CONtexto ganadero: Llamado a preservar las abejas para mantener la seguridad alimentaria)

Ahí es donde el Invima tiene que ayudar con el control, ahora cuando salga la resolución de la miel, que se espera sea esta semana para que haga vigilancia de las mieles que están en el mercado.


Buenos precios


Debido al déficit de oferta y también por la alta calidad de la miel colombiana, los precios internos son favorables para los productores e incluso están por encima de los internacionales.

Sin embargo, en la medida que crezca la oferta se puede bajar un poco el precio, pero “nosotros estamos haciendo con el Ministerio de Agricultura una campaña y ya están los podcasts publicados de consumo de la miel colombiana y toda esa campaña la tenemos que hacer a nivel nacional para que la gente entienda que la gran calidad de nuestra mundial es mejor que inclusive cualquier miel importada de contrabando que se pueda traer al país”.

En ese orden de ideas, el precio va a sostenerse y va a estar mejor remunerado al productor porque se va a apreciar la calidad de nuestras mieles, “nosotros nos fijamos en la calidad, por eso no vamos a producir miel para exportar y competir con China y con Argentina a dos con cincuenta dólares, cuando aquí vale tres y cuatro dólares”. Así mismo, el presidente de Fedegán, José Félix Lafaurie, ha sido otro promotor de la apicultura y de hecho se hizo una alianza con la multinacional UBEES para fortalecer y ofrecer a los ganaderos prácticas basadas en la protección y producción apícola.

El objetivo es ejecutar acciones que permitan a la par con el buen desarrollo del medio ambiente, se geste la reproducción de abejas. Ambas actividades, la apicultura y la ganadería, contribuyen no solo a su debida conservación y desarrollo natural sino a conservar la biodiversidad.

De hecho, las abejas incrementan el forraje y esto se refleja en que el ganado produce más leche y más carne, con lo cual en una finca se pueden tener las dos actividades y obtener una buena rentabilidad.


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