Esta entidad ha sido clave para modernizar el campo colombiano, impactando a miles de productores con tecnologías innovadoras y sostenibles. Sin embargo, el recorte presupuestario amenaza su capacidad de investigación y transferencia de conocimiento, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria y el desarrollo rural del país.
La investigación agropecuaria en Colombia tiene un pilar fundamental en Agrosavia, entidad que durante más de tres décadas ha trabajado en el desarrollo de soluciones tecnológicas adaptadas a nuestro país para mejorar la productividad y sustentabilidad de productores agropecuarios a lo largo y ancho del territorio nacional.
Desde su creación en 1993, la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (Agrosavia) ha jugado un papel clave en la generación de conocimiento y la vinculación de tecnología en el sector rural. (Lea en CONtexto ganadero: Plan de vinculación, una estrategia de Agrosavia para transferir el conocimiento)
Según Hernando Flórez, investigador Ph. D. de la entidad, en los últimos diez años han impacto directamente a más de 50.000 productores a través de planes de vinculación tecnológica, asesorías y capacitaciones en todo el territorio nacional.
Uno de los mecanismos clave que la entidad ha implementado es el Balance Social, un modelo que cuantifica el retorno de inversión en ciencia y tecnología. “Para 2023, por cada peso que el Estado invierte en Agrosavia, el retorno social es de 3.52 pesos”, afirmó Flórez.
Este impacto se traduce en beneficios para los productores del orden de 1,049 billones de pesos, lo que evidencia la importancia de seguir apostando por la ciencia y la tecnología en el campo colombiano.
Las investigaciones de Agrosavia en ganadería han resultado en tecnologías de alto impacto en la producción agropecuaria. Entre ellas, se destaca el material genético de razas criollas bovinas, con un impacto económico de 28 mil millones de pesos en el último año y 1.660 productores beneficiados.
Además, las recomendaciones para la introducción de pasturas de los géneros brachiaria y megathyrsus y de cultivos transitorios (como maíz, arroz y soya) y agroindustriales (como caña), ha permitido una transformación productiva de 295.000 hectáreas de sábanas nativas y pasturas degradadas en los suelos ácidos de la altillanura colombiana en los últimos 10 años.
Otro caso de éxito es la implementación del sorgo forrajero JJT-18, con capacidad de rebrote y altos contenidos de azúcar, que permite sobrellevar las épocas críticas de baja disponibilidad de forrajes en los sistemas de producción de ganadería bovina en las regiones Caribe, Andina y Orinoquía.
Gracias a la colaboración con la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), esta tecnología ha sido adoptada por cientos de productores, quienes han visto un incremento en el rendimiento de sus ganados en temporadas de sequía.
Reducción presupuestal
A pesar de los avances logrados, la reducción del presupuesto estatal para Agrosavia es una preocupación latente. Flórez advirtió que, “nos enfrentamos a un escenario de austeridad que impacta directamente nuestra capacidad de respuesta para el sector agropecuario”
La disminución de recursos afecta no solo la investigación, sino también la capacidad de transferir tecnologías a agricultores y ganaderos, quienes dependen de estos conocimientos para mejorar su competitividad y sostenibilidad.
Flórez enfatizó que, sin inversión en ciencia y tecnología, el país no podrá consolidar un desarrollo rural estable ni alcanzar la tan anhelada paz en el campo.
“La única forma de garantizar un agro sostenible y productivo es a través del conocimiento. Sin inversión en este sector, la seguridad alimentaria y el desarrollo rural estarán en riesgo”, señaló Flórez.
Estrategias para enfrentar la crisis
Ante la reducción presupuestaria, Agrosavia ha adoptado estrategias innovadoras para garantizar la continuidad de sus programas. Entre ellas, destaca el fortalecimiento de alianzas con entidades como Fedegán, el Ministerio de Agricultura y la Agencia de Desarrollo Rural, así como la búsqueda de financiación a través de convocatorias nacionales e internacionales. (Lea en CONtexto ganadero: Recorte presupuestal a Agrosavia golpea el desarrollo rural)
En los últimos cinco años, la entidad ha logrado captar más de 300 mil millones de pesos en recursos adicionales lo que demuestra la capacidad y reconocimiento de Agrosavia como entidad líder en investigación y transferencia de tecnología.
Además, se ha priorizado la investigación en áreas esenciales como la adaptación de cultivos al cambio climático, la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en la ganadería y la optimización del uso de suelos agrícolas.
El investigador Ph. D. afirmó que “los sistemas ganaderos ocupan alrededor de 39 millones de hectáreas en Colombia. Es fundamental que esta actividad evolucione hacia un modelo más sostenible, con sistemas productivos que minimicen la deforestación y el impacto ambiental”.
Para que el impacto de la corporación se mantenga y crezca, es imprescindible que el Estado y la sociedad reconozcan la importancia de la inversión en ciencia y tecnología. Flórez concluyó con un mensaje claro:
“El desarrollo del agro colombiano depende del conocimiento. Necesitamos que los productores confíen en la investigación y que el Estado garantice los recursos para seguir transformando el campo. Solo así podremos construir un sector productivo, competitivo y sostenible para las futuras generaciones”.