Los tres árboles son perfilados como los llamados a mejorar la calidad y nutrición de los suelos del piedemonte llanero. Se adaptan a las condiciones de esta región del país y han mostrado un desarrollo eficiente. “El Yopo (Anadenanthera peregrina), la Melina (Gmelina arborea) y la Acacia (Acacia mangium), son tres especies arbóreas propicias para los sistemas silvopastoriles en el piedemonte llanero, de hecho son las más utilizadas y validadas por los centros de investigación, fundaciones y productores de la región”. Así lo manifestó una tesis de grado dirigida por Raúl Vargas, Ingeniero Agrónomo y realizada por Fernando Useche Triviño y Silvio Ariel Azuero Ramírez, para optar al título de Ingenieros Forestales de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia –UNAD-CEAD de Acacias. (Lea: Yopo, Acacia y Melina, tres especies arbóreas propicias para los sistemas silvopastoriles en el piedemonte llanero). Según la investigación la región orinocense registra una baja eficiencia en el uso del suelo, sumado a un gran deterioro ambiental a causa de problemas como la deforestación y la pérdida de la biodiversidad. Dice el estudio que los centros de investigación, fundaciones y productores, en esta última década ha realizado proyectos de investigación y transferencia de tecnología en agroforestería para la región de la Orinoquia (altillanura y piedemonte), con el fin de integrar los subsectores pecuario, agrícola y forestal como una alternativa de uso del suelo en forma sostenible y sustentable en el tiempo. El enfoque de integrar el árbol es intensificar la producción de los sistemas pecuario y agrícola tradicionales y a la vez diversificar plantas y animales. Las especies De acuerdo a la investigación el Yopo, la Melina arbórea y la Acacia mangium, son árboles que han mostrado potencial de adaptación, excelente desarrollo en su interacción con los sistemas y se perfilan como opciones de primera mano para el uso racional de los arboles con integración permanente con el sector pecuario. (Lea: Yopo, árbol que combina bien con los silvopastoriles) Concluye que el yopo en asocio con las gramíneas presenta unas características atractivas; en primer lugar por su condición de leguminosa al aportar nitrógeno atmosférico al suelo, y por otro lado, es una planta autóctona que por su estructura (hojas diminutas) y ramas no aglomeradas, permiten que la luz solar penetre sin dificultad a la base, permitiendo al pasto un buen desarrollo, esto hace que las gramíneas no sufran traumatismos y haya una competencia directa por luz. Por su parte la Acacia mangium ha mostrado adaptación al medio y excelente desarrollo en las condiciones particulares de suelos de la región orinocense. (Lea: Beneficios, manejo y cuidados de árboles dispersos en potrero) Igualmente concluye que la melina arbórea que parece una planta más exigente en requerimientos de suelo, ha mostrado un gran potencial, de desarrollo y cobra cada vez más importancia, las corporaciones de investigación la tienen entre las tres primeras especies recomendadas para la implementación de reforestación, incluyendo los sistemas silvopastoriles.