Aunque existe una vacuna que ataca este virus, está diseñada también para contrarrestar otros frentes, por lo que su efectividad puede no ser tan alta. Así lo afirmó Fabricio Souza, zootecnista brasileño de visita en la U.N.
En su intervención en el Seminario Internacional Enfermedades Virales Bovinas, realizado por la Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia de la U.N., el experto señaló que en países como Brasil, Argentina y Colombia se han presentado brotes de esta enfermedad a gran escala, sin embargo, estudios realizados por las entidades pertinentes de cada país, muestran que esta infección aparece en diferentes tipos.
Hasta el momento han sido encontrados el herpesvirus tipo 1 y tipo 5, clasificados en rama A, que es la más común, B, identificada en Argentina y C, hallada en Brasil. (Lea: Las 5 enfermedades reproductivas que más afectan al ganado en Colombia)
En Colombia aún no se sabe si existe un diagnóstico diferente. Por eso, es importante estudiar los cuadros clínicos de esta patología para saber cómo actuar en cada caso.
Teniendo en cuenta que en Latinoamérica una de las principales actividades económicas es la ganadería, es importante trabajar en el control y prevención de agentes infecciosos en estos animales. De ahí que “tener una vacuna propia para esta enfermedad sería lo ideal”, aclaró el veterinario.
Herpesvirus: tipo 1 y tipo 5
El herpesvirus tipo 1 es considerado el menos peligroso debido a su capacidad de tratamiento con aplicación de antibiótico durante el proceso de infección. Se caracteriza por afecciones en las vías respiratorias y reproductoras del animal, causando cuadros como bronquitis, neumonía o hinchazón de órganos comprometidos.
El tipo 5, por el contrario, preocupa por su actividad silenciosa en el animal, provocando inflamación cerebral y daño neuronal, que en la mayoría de los casos termina en la muerte. (Lea: 14 enfermedades sin control oficial atacan al ganado en Colombia)
Un diagnóstico a tiempo
El objetivo del Seminario Internacional Enfermedades Virales Bovinas, organizado por la U.N., es mostrar cuál es el cuadro clínico de este virus y cómo los veterinarios pueden identificar esta enfermedad en campo y en el laboratorio.
La manera más apropiada para la captación es la detección molecular, que permite diferenciar un virus de otro a través de experimentos y exámenes filogenéticos.
Lo importante es crear conciencia de que una enfermedad como estas puede causar decesos y que un diagnóstico a tiempo puede no contrarrestar todos los efectos, pero sí evitar algunos, finalizó.