Por mucho tiempo se ha planteado que la ganadería no se puede desarrollar donde hay cultivos de palma de aceite lo cual se desvirtúa con el tema de la ganadería regenerativa.

Así lo planteó Disney Baquero, Medico Veterinaria y zootecnista en Universidad de Los Llanos, en una nota donde señala que no son muchos los palmicultores que se deciden a usar las calles de la palma para pastorear ganado, porque hay un criterio generalizado que la ganadería no suma sino que por el contrario deteriora el sistema, “en parte tienen razón porque la ganadería que ha estado bajo palma no ha sido manejada de la manera apropiada y como ya sabemos la culpa no es de la vaca pero desde luego si degrada los suelos cuando se maneja en ganadería tradicional”.

Explicó que cuando se comprenden los principios agroecológicos y la bondad de la ganadería regenerativa por la facilidad del manejo, por el impacto animal positivo en la regeneración del suelo, en el aumento de la materia orgánica y de biodiversidad en edafofauna, megafauna y avifauna, es cuando se vuelve un aliado clave para mantener la nutrición y la salud de la plantación.

Esto porque genera economía en el uso de fertilizantes, mayor retención de agua, descompactando el suelo, limpiando las calles y el plato para facilitar la cosecha y por supuesto un ingreso adicional por hectárea que en tiempos de vacas flacas suelen ayudar a sobrellevar las crisis económicas, que en el caso de la palma suceden cada 7 años. (Lea en CONtexto ganadero: La ganadería regenerativa, una necesidad mundial)

Razones que las unen

Para la experta hay dos razones que hacen urgente el uso de la ganadería regenerativa bajo la palma. La primera es porque el mercado les está exigiendo un aceite orgánico certificado y la prima por producirlo es del 30 % del aceite estándar. Para poder ser rentables y productivos en sistemas orgánicos se requieren muchas toneladas de compost y logística para aplicarlo y el ganado lo hace gratis.

La segunda es porque la salud de las plantaciones siempre está al borde del abismo, la palma es una planta altamente productiva, pero eso la hace más frágil y atractiva a las plagas y enfermedades, primero llegó la Pudrición del Cogollo (PC) y luego la marchitez letal, estas enfermedades han sacado mucho dinero de las utilidades porque han obligado a erradicar y resembrar plantaciones enteras.

La mejor forma y la más económica para regenerar y aumentar la fertilidad de un ecosistema es la ganadería regenerativa, afirmó Baquero. (Lea en CONtexto ganadero: Ganadería regenerativa: restaurando la biodiversidad del suelo para combatir el cambio climático)

Sin embargo, dijo, tiene muchos conflictos que hay que solucionar como la infraestructura eléctrica, hidráulica, corrales de manejo y sobre todo la armonía del equipo de sanidad y cosecha de la palma con el equipo de ganadería. Una vez se logra estabilizar, todo fluye, “yo creo y respeto a los palmicultores por su alto nivel de gestión empresarial y seguramente con el apoyo del gremio y Cenipalma su centro de investigación van a lograr unos sistemas más biodiversos, productivos y resilientes involucrando la ganadería regenerativa”, concluyó.