Un artículo de la Fundación Española para el Desarrollo de la Nutrición Animal explicó que el valor energético de una grasa dada es muy variable y varía en función de numerosos factores tales como tipo y edad del animal, y características de la dieta.
Entre los aceites más utilizados en España se encuentran la soya, el girasol, la colza, la oliva y la palma. Otras fuentes de interés a nivel mundial son el maíz, coco, linaza, palmiste y las lecitinas. En el país ibérico el aceite de soya es la grasa de origen vegetal de mayor disponibilidad, pues procede de la industria de extracción del aceite del haba de soya para consumo humano.
El aceite de soya destinado a la industria de piensos es crudo e incorpora las gomas que son muy ricas en colina, fosfolípidos, antioxidantes y vitamina E, lo que mejora su digestibilidad y facilita su conservación. Su alto contenido en ácido linoleico favorece su uso en piensos para ponedoras en base a cereales blancos por su efecto sobre el tamaño del huevo.
Los aceites de soya, girasol y maíz son más energéticos que los de oliva y, todos ellos más que el aceite de palma, debido a su carácter más insaturado. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Cómo el suministro de grasas y aceites esenciales ayuda a combatir el estrés calórico?)
Por su parte, las oleínas son un subproducto de la industria del aceite. Durante el proceso de refinado se separan los triglicéridos de los ácidos grasos libres que son los responsables de la acidez, mediante la adición de hidróxido de sodio (NaOH). Luego se separan ambas fases por centrifugación y decantación.
En monogástricos, las oleínas tienen menor digestibilidad y, por tanto, menor valor energético que los aceites. En s, la disponibilidad del aceite (libre o contenido en la semilla) y su nivel de insaturación pueden afectar al funcionamiento del rumen, influyendo de esta forma sobre la digestibilidad de la ración.
Aceites vegetales en Colombia
Dagoberto Carpintero, zootecnista y asesor nutricional de ganaderías de leche, señaló que el aceite más utilizado en nuestro país es el aceite de palma dada la gran cantidad de cultivos que se utilizan en el país.
«Esos aceites son saturados, y para manejarlos hay que derretirlos para utilizarlos en los concentrados. Entonces en Colombia usan aceite de palma virgen o le echan subproductos, que son ácidos grasos remanentes de los procesos de producción de la industria para el consumo humano. Esto se utiliza en ganadería y avicultura para incrementar la densidad energética de las raciones», anotó el experto.
Otros aceites que se usan en la alimentación de los animales son los que provienen de los restaurantes, que son insaturados a diferencia del aceite de palma, y también se usan en la dieta de monogástricos como las aves luego de pasar por procesos de eliminar las partículas de residuos y de incorporar características químicas como la acidez.
«Hay una onda nueva que es usar ácidos grasos insaturados pero son cultivos que poco existen en Colombia, como el aceite de colza, de soya o de girasol, cultivos que se encuentran más en Europa o en Norteamérica», indicó. (Lea en CONtexto ganadero: Conozca las ventajas de los aceites esenciales en la competitividad ganadera)
Carpintero señaló que se han importado algunos de estos aceites para hacer pruebas en nuestro país con el fin de incrementar el ácido linoleico conjugado (CLA por sus siglas en inglés) en leche así como otros ácidos grasos que tengan beneficios para la salud humana. Sin embargo, se trata de ensayos académicos y no de un uso generalizado en ganadería.
En cuanto a las oleínas, indicó que son componentes remanentes de los aceites tras los procesos industriales y que en su experiencia no las ha utilizado, pero afirmó que sí se han hecho ensayos en Colombia. «Son ácidos grasos libres o mezclas de triglicéridos y fuentes de energía, pero la disponibilidad de las oleínas depende mucho de la naturaleza de los procesos en la industria y por ello son diferentes, una cosa es una oleína de aceite de palma y otra es una oleína de otro tipo de aceite», remató.