Desde 2020, Uruguay busca reducir las emisiones directas e indirectas de metano y así secuestrar carbono en suelo para revertir los procesos de la degradación de la tierra al tiempo de aumentar la productividad.
De acuerdo a lo encontrado en el Portal Página SIETE, Uruguay busca una ganadería más verde. Rotar el ganado para mantener el pasto alto, intentar que las vacas se preñen al mismo tiempo o mejorar su alimentación son algunas tácticas de 62 fincas de este país que empezaron a aplicar desde que participan de un proyecto para mitigar el impacto de la ganadería en el cambio climático. (Lea: Ganadería Colombiana y Cambio Climático)
Uruguay, es un país que prácticamente no tiene industria y alrededor de cuatro vacunos por habitante. El sector agropecuario es responsable del 75% de las emisiones de gases de efecto invernadero. En consecuencia, gran parte de estas son de metano derivado de la digestión de las vacas.
Por eso, para abordar el tema del calentamiento global, el país debe obligadamente mirar hacia la ganadería, razón por la que desde 2020 nace el proyecto Ganadería y Clima con el apoyo técnico de la Agencia de las Naciones Unidad para la Agricultura y Alimentación (FAO) y financiación del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF).
Su objetivo es reducir las emisiones directas e indirectas de GEI, secuestrar carbono en suelo y revertir los procesos de degradación de tierra y así mejorar la productividad por medio de “prácticas climáticamente inteligentes”, según explica Soledad Bergós, coordinadora nacional del proyecto. (Lea: Ciencia, innovación y colaboración, claves para la ganadería sostenible)
El impacto de los cambios propuestos se conocerá en 2024, cuando los resultados finales comparen las emisiones y el acumulado de carbono en suelo con los medidos al comienzo de la iniciativa.
Gracias a este proyecto, los agricultores han reorganizado una forma de trabajo que llevaba generaciones cambiando procesos como las medidas de manejo del ganado y de las pasturas, sin necesidad de invertir en gastos extras.
De acuerdo a Bergós, “en Uruguay, la ganadería es el principal rubro agropecuario desde hace 400 años, y su característica es que se realiza mayoritariamente sobre campo natural”.
Por eso, una de las mayores enseñanzas que ha dejado este proyecto a los participantes que están mirando por debajo del suelo, pues antes se guiaban mucho por el estado del ganado y no se analizaba la estacionalidad del pasto, el crecimiento y las épocas.
Lo cierto de este país es que los productores viven donde trabajan y el hecho de estar expuestos a los eventos climáticos externos, como las sequías o inundaciones los hace conscientes del impacto ambiental, comenta Bergós. (Lea: Un nuevo comienzo: incorporar sostenibilidad en la producción lechera en Uruguay)
El portal destaca que aunque solo el 8% del globo terráqueo está cubierto por pastizales templados productivos, en Uruguay ocupan casi el 50% del territorio. La existencia de ese ecosistema en el que se desarrolla la ganadería extensiva y a cielo abierto es ‘la contracara’ de la actividad como contaminante del ambiente.
El manejo del campo es vital pues un poco pasto en buen estado secuestra más carbono y compensa las emisiones de la propia ganadería, haciendo más sostenible la actividad.
Fuentes: Página SIETE