Productores pecuarios a lo largo y ancho del país dejaron ver su preocupación, por cuenta de los gastos adicionales en los que incurrirían para mantener su actividad económica, si se adopta el racionamiento de energía en Colombia.   ¿Colombia volverá a vivir una crisis como en 1992?, este es uno de los interrogantes que aún no ha sido respondido a los colombianos por cuenta de la actual situación climática y energética del país.   A pesar de lo anunciado en días pasados por el ministro de Minas y Energía, Tomás González, que aseguró que no habrá racionamiento, hay temor de que la medida se adopte. (Lea: ¿Cómo afectaría al sector ganadero un racionamiento energético?)   Ante la posibilidad de un racionamiento de energía, este diario consultó con productores en varias regiones del país quienes afirmaron que esa determinación no generaría una reducción notable en las tarifas del servicio, al contrario, tendrían que incurrir en gastos adicionales para que la actividad del campo no se afecte.   Según explicó José Saade, empresario pecuario del Atlántico, al no haber servicio es posible que haya un menor cobro. No obstante, como el precio de la luz ya subió, no cree que haya una reducción significativa.   “Si hay una explotación avícola en la Costa Norte colombiana, con tan altas temperaturas, si se dejan los pollos o las gallinas sin ventilación, va haber ahogo y mortandad. En el caso de los ganaderos lecheros, no será posible ordeñar si el racionamiento empieza a la hora de la extracción del líquido o enfriar el lácteo. El productor debe prepararse con plantas de emergencia, lo cual es más costoso”, aseveró. (Lea: 5 equipos ganaderos afectados por el alza de la energía)   En tanto, Diego Orozco, presidente de la Corporación Ganadera del Putumayo, Cogamayo, sostuvo que un posible racionamiento en el departamento no generaría una disminución de las tarifas de energía, sino que por el contrario obligaría a los propietarios de las fincas a buscar plantas para poder tener el suministro de forma permanente.   “Hace muchos años, cuando el departamento no había sido electrificado, la gran mayoría tenía su planta y con ella accedía al recurso. Una vez quedamos intercomunicados y con acceso al servicio, todos optaron por vender esos equipos, por lo que si hay un racionamiento tendremos que comprar uno que se ajuste a las necesidades del predio, lo que implicaría un gasto mayor”, amplió.   En ese sentido, se pronunció Óscar Triviño, productor lácteo del altiplano cundiboyacense, quien se mostró alarmado si se llegara a presentar un racionamiento, debido a que obligaría a miles de ganaderos a incurrir en más costos, especialmente aquellos que tienen en sus fincas tanques para que la leche permanezca fría. (Lea: Ganaderos rechazan aumento en tarifas de energía anunciado por Electricaribe)   “Nosotros cancelamos tarifas industriales por el uso de los tanques de enfriamiento. Eso ha conllevado a un sobrecosto a la hora de mantener la materia prima que producimos. Lo que vemos es que el Gobierno por lado y lado va ahorcando todos los sectores. Y ahora nos tocará incurrir en nuevos gastos sin recibir una sola ayuda por parte del Estado”, dijo Triviño.   Para Carlos Luque Barriga, productor en el Meta y miembro de la Junta Directiva de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, los altos costos de la energía en el sector rural son un dolor de cabeza permanente, por lo que un racionamiento no generaría una disminución en el costo, sino que implicarían inversiones.   “Aquellos que tienen un sistema de riego o elementos de lechería son los que más dependen de la energía, por lo que los cortes solo generarán inconvenientes y gastos”, manifestó el dirigente. (Lea: Costo de la energía en el sector rural frena su desarrollo)   Finalmente, Marcos Corredor, director ejecutivo del Comité Regional de Ganaderos de Yopal, no ocultó su preocupación si se llegara a presentar el racionamiento, pues quienes viven de la lechería serían los más afectados, así no sean productores especializados.   “Los ordeños se hacen antes de las 6 de la mañana, si no hay luz, toca prender la planta y usar algún tipo de combustible para iluminar el hato y usar la maquinaria para extraer la leche. A eso súmele los bombeos para buscar agua. Si no hay energía habrá que recurrir a otras alternativas para conseguirla, eso implicará un aumento de costos”, remató.   A pesar de lo manifestado por el Gobierno, en el sector hay escepticismo frente a lo que pueda ocurrir en materia energética en las próximas semanas.