La ganadería Tesalia Baja de Circasia Quindío, es un ejemplo de ganadería intensiva especializada en lechería que vale la pena conocer. Actualmente alberga 140 animales en solo 36 hectáreas. Javier Londoño considera que el Gobierno debe corregir los desequilibrios del mercado, uno de ellos el aumento permanente de los precios de los insumos. Un ejemplo de ganadería intensiva es el de la ganadería Tesalia Baja de Circasia Quindío, que en 36 hectáreas alberga un hato de 140 bovinos que especializó en producción de leche y diariamente produce 1.250 litros. No obstante Javier Londoño que ha sido el ganadero al frente de este hato, le ha dedicado más de 20 años a dicha producción y cada vez se convence más de que hay que buscar economías en los procesos para mantener la viabilidad del negocio. Afirma que el mercado tiene unos desequilibrios y señaló el del precio de los insumos que según él, están atados al comportamiento del precio del dólar, pero que cuando este, registra disminución en su cotización dicho efecto no pasa a los insumos. (Lea: 4 problemas estructurales de la leche en Colombia) “Ese es un problema que está ahí en el mercado y el Gobierno lo conoce pero nunca hace nada”, manifestó. “Debido a eso, he tenido que dejar de usar algunos productos y concentrarme en alternativas optimas que me ofrece la finca”, sostuvo Londoño. Cómo maneja el hato “Lo más importante es la dedicación y la constancia en el negocio y estar muy pendiente de los costos de producción y de la sanidad animal”, reveló Londoño. Tesalia Baja maneja 75 vacas de ordeño, 25 vacas entre horras y novillas de vientre y las terneras de reposición. Trabaja con razas pardo cruzado con holstein y jersey con holstein. Maneja el pastoreo rotacional con pasto estrella y fertiliza los suelos una parte con químicos y otra con porquinasa. (Lea: ¿Cuál es la mejor raza para Pastoreo Racional Voisin, PRV?) Además todos los días en la mañana y en la tarde le abre la franja de potrero al ganado. Mientras las vacas esperan que las ordeñen les suministra cascara de plátano. También les ofrece en la canoa materias primas como harina de yuca, salvado de maíz, semilla de algodón. “Son subproductos que salen más saludables que darles concentrados de marca”, añadió. La reproducción Según Javier Londoño la mencionada ganadería está certificada en buenas prácticas ganaderas y es libre de tuberculosis y de Brucelosis. En reproducción da a la vaca una espera voluntaria de 45 días después del parto. Si luego de eso no le detecta calor -muchas veces puede que sea culpa de ella o que no se le detecte o no se le vea- entonces pasa a ser sincronizada o la sirve y la insemina. “La idea es que antes de los cien días ya tenga dos o tres servicios”, señaló el ganadero de Circasia-Quindío. Posteriormente si la vaca no quedó preñada, pasa a un segundo lote en el que está con toro y la repasa. Al palparla y confirmar preñez, pasa a un tercer lote donde maneja las vacas preñadas y listas para secar. Actualmente registra un intervalo entre partos de 399 días y lo mantiene constante. (Lea: Cómo lograr mayor producción de crías y de leche) “El indicador de partos hembra al año es de 0,82, lo que considero óptimo pero mi deseo es tener un parto por año. Sería lo ideal pero es difícil lograrlo”, dijo Londoño. Almacena agua De acuerdo con Londoño en la finca no le falta el agua ya que tiene dos quebradas por concesión y ambas tienen franja de bosque al lado y lado que las protege. De todas maneras la almacena porque no tiene acueducto y mantiene unos tanques con almacenamiento. Actualmente considera que el clima está excelente para el pasto, porque hay verano y lluvia. El comercio de leche La ganadería de Circasia en Quindío maneja sala de ordeño mecánico y tiene dos tanques de enfriamiento. El comercio de la leche ha estado estable según Londoño. Produce 1.250 litros diarios y Colanta le compra a $1.250 el litro. “Varía por la calidad de la leche. “A veces bonifican. La idea es producir el líquido con óptimo porcentaje de grasa y de proteína y con gran número de células somáticas”, relató Londoño. “Hay ocasiones que me ha subido el precio a $1.300 pero también me ha bajado a $1.200”, señaló el ganadero. Para Londoño es importante mantener el vínculo comercial con una sola empresa y tener en cuenta que esta sea estable. “Hay empresas que aparecen de un momento a otro y ofrecen que van a pagar $100 pesos más por litro y alborotan el avispero y la gente se va para allá y luego se pasan a otra y así sucesivamente. No. Lo ideal es permanecer en una sola”, aseguró. En lo que se refiere al tema de seguridad, Londoño dijo que en los 20 años que lleva como ganadero nunca ha tenido problemas de abigeato. Es de resaltar que su sistema de información lo tiene organizado en un software ganadero y en los indicadores que genera, basa la toma de sus decisiones de inversión, o a la vez, ajusta lo que considere necesario.