Los terneros son animales que prefieren las rutinas y por eso cualquier interrupción en su actividad normal, especialmente cambios significativos como un nuevo entorno y la exposición a otros animales, pueden afectar negativamente su bienestar.
Un factor estresante clave en la vida de un ternero es el traslado desde corrales individuales o cobertizos a la vivienda en grupo por lo que es importante tomar precauciones para reducir el estrés que los terneros pueden experimentar en este momento, según lo plantea Tiago Tomazi, D.V.M., PH.D., de Merck Salud Animal, en una nota publicada en dairybusiness.com
Allí señala que al implementar prácticas de manejo para ayudar a reducir el estrés y optimizar la función inmunológica, los productores pueden contribuir a que los terneros se mantengan saludables durante la transición a la vivienda en grupo.
Los factores clave a considerar son una nutrición de calidad, un entorno óptimo y una inmunización efectiva contra enfermedades.
En cuanto a lo primero, los terneros necesitan los nutrientes adecuados en el momento adecuado para un crecimiento óptimo, una buena salud y la regulación de la temperatura. Dado que generalmente es más fácil observar la ingesta de alimento con viviendas individuales, es importante contar con la mano de obra necesaria para monitorear el crecimiento de los terneros de manera efectiva en grupos. (Lea en CONtexto ganadero: El estrés puede afectar la salud de los terneros cuando cambian de lugar)
En cuanto al crecimiento esperado, la práctica estándar es garantizar un aumento diario promedio de ≥ 1 libra en la primera semana de vida, con el objetivo de duplicar el peso al nacer a los 56 días de edad.
Los problemas digestivos son un desafío común para los terneros jóvenes. Para ayudar a reducir o prevenir problemas gastrointestinales, las prácticas de alimentación consistentes y el desarrollo adecuado del rumen son fundamentales.
Debido a que los terneros prefieren la rutina, una variación significativa en las prácticas de alimentación puede causar problemas digestivos o incluso la muerte por lo que recomienda ser constante con el horario y la temperatura de alimentación, así como con el porcentaje de sólidos en el sustituto de leche, para ayudar a prevenir problemas gastrointestinales.
El entorno
Es fundamental contar con un entorno limpio, bien ventilado y cómodo. Si los terneros están fríos y mojados, necesitarán más energía para mantener su temperatura corporal. Por otro lado, los terneros calientes y bien acostados pueden utilizar su energía proveniente del calostro, la leche y los granos para crecer y desarrollarse, plantea el profesional.
La densidad de animales en grupos de terneros es un factor de riesgo importante para enfermedades y diarrea. La investigación muestra que los terneros con poco espacio tienen un 74 % más de riesgo de desarrollar diarrea. Por lo general, los terneros se desempeñan mejor en grupos más pequeños de seis a nueve animales, pero este número puede aumentar en hatos bien manejados. (Lea en CONtexto ganadero: Los diferentes tipos de estrés que pueden presentar los bovinos)
También es importante proporcionar un tiempo adecuado entre los cambios de corral, brindando a los terneros suficiente oportunidad para adaptarse al nuevo entorno y situación social.
Igualmente, una ventilación adecuada tanto en clima frío como cálido es fundamental para eliminar organismos y humedad del aire. Permite un movimiento adecuado del aire en climas más cálidos para reducir el estrés por calor. En climas más fríos, reduce el flujo de aire para mantener la temperatura corporal de los terneros al tiempo que asegura un flujo de aire fresco suficiente para eliminar la humedad y los patógenos asociados con enfermedades respiratorias.
Así mismo, el lecho húmedo puede albergar patógenos y atraer moscas, especialmente en climas más cálidos, por lo que siempre debe estar limpio y seco para brindar menos oportunidades de crecimiento de patógenos, además de añadir comodidad para el ternero y servir como barrera respecto al suelo.
Inmunización
En terneros de leche predestetados, la diarrea y la neumonía representan la mayor parte de los desafíos de salud, y las enfermedades respiratorias son responsables de casi la mitad de las muertes en terneros destetados.
Cuando los terneros están sanos, se sienten cómodos en su entorno y las vacunas se administran correctamente, se pueden inmunizar de manera efectiva y preparar para enfrentar los desafíos del estrés y los patógenos dañinos al ser trasladados a corrales grupales. (Lea en CONtexto ganadero: Conozca los tipos de estrés que puede causar el destete y cómo manejarlos)
La protección comienza al nacer al alimentar a los terneros con cantidades adecuadas de calostro fortificado con anticuerpos específicos contra organismos patógenos.
Se recomienda inmunizar a las vacas secas en la última etapa de gestación y a las vaquillas de reemplazo con una vacuna contra la diarrea para fortalecer el calostro con anticuerpos específicos contra antígenos y ayudar a reducir los riesgos de diarrea en los terneros neonatos.
Asegurarse de que la nutrición, el confort y la inmunización estén alineados para ayudar a minimizar el estrés resulta en terneros más sanos y productivos que están mejor preparados para enfrentar los desafíos de un entorno grupal, concluye el experto.