Las condiciones del trópico bajo para la ganadería doble propósito requieren de ciertas precauciones para evitar una disminución en el rendimiento de la producción del ganado.

Así lo entendieron en la finca San Miguel, en Manatí, sur del Atlántico, donde la temperaturas rara vez bajan de los 32 grados centígrados, alcanzando incluso hasta los 38 grados y la humedad relativa varía entre 40 y 84 %.

Luis Ferreira, administrador de empresas agropecuarias y asesor señaló en una nota de La Finca de Hoy que la leche que se produce en la finca es para autoconsumo y el resto se comercializa con una asociación del municipio, mientras que la carne se vende en el matadero de Sabanalarga.

Además, en esta finca venden genética adaptada para tal fin con animales que producen entre 10 y 12 litros diarios, bien sea cebú o mestizas

De acuerdo con Héctor Marriago Ocampo, operario de la finca, allí se tienen animales cebú y cruzados que producen leche pero principalmente que tienen buena ganancia de peso alcanzando los machos hasta 700 kilos. (Lea: Identificar los animales de mejor rendimiento mejora su economía)

En el predio aplican tres estrategias para evitar la reducción en los rendimientos de sus animales. La primera tiene que ver con cuidar y potencializar los recursos naturales con los que cuentan.

Según Ferreira el manejo que se le da al ganado es lo más natural posible, aprovechando las pasturas que se tienen y así obtener un mejor precio para los animales y la carne.

Por su parte Marriago indicó que los árboles sirven para la sombra del ganado y así darle un mayor confort que se refleja en una mejor producción. Entre tanto, para el agua cuando hay sequía se ponen bombas para extraerla y se usan los canales.