Jaime Elizondo, ingeniero agrónomo y experto en ganadería, expone que como seres humanos es normal que se quiera mejorar en algunas acciones que no le han traído los mejores resultados tanto en su vida personal como en los negocios.
En ganadería esto no es una excepción, pues una vez se finaliza el año, lo recomendable es que el ganadero haga un análisis de cuáles son las acciones que fueron efectivas y cuáles las que necesitan una mejora.
Es por esta razón que, para establecer los objetivos del 2024, Elizondo dice que lo primero que el productor debe hacer es identificar lo que más le importa en sus circunstancias actuales. Si el negocio ganadero es una de esas prioridades, “la clave es establecer objetivos prácticos personalizados según las necesidades, para así centrarse en estas metas”.
Luego de eso, el experto dice que el productor debe trabajar al revés, lo que significa debe preguntarse cuál es su objetivo final para luego determinar qué está tratando de hacer o qué debe hacer para alcanzar este objetivo; “solo entonces se podrá empezar a planificar sobre cómo el productor va a llegar hasta esa meta”.
Existe un punto clave que menciona el profesional y está relacionado con que “la comparación nos roba la alegría”, pues lo ideal es no compararse con otros ganaderos, sino que es mejor hacerlo con su propio ambiente y circunstancias, o mejor aún, competir contra uno mismo.
Lo segundo que debe hacer el productor es tomarse un tiempo en las primeras semanas del 2024 para escribir las tres prioridades del negocio, para que debajo de estas tres se detalle una línea sobre lo que el ganadero quiere lograr en este año para asegurarse de atenderlas.
“La acción lleva a la acción y el productor puede controlar el futuro. Tomar acción también significa que se puede elegir cambiar de dirección en cualquier momento. Esto quiere decir que se puede ajustar o reescribir completamente los objetivos a mediados de año, pues eres quien está a cargo”, sostiene Elizondo. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Cómo establecer los objetivos para su empresa ganadera?)
En ese orden de ideas, la tercera acción para establecer las metas de este año es ser especifico. El productor debe ir evaluando las acciones planteadas para ese objetivo, pues “si algo no se puede medir o cuantificar, es simplemente un deseo y no una meta”, como expone el profesional. La idea es establecer una meta realista que vaya acorde al objetivo final.
Un punto importante en todo el proceso es que el ganadero debe celebrar sus triunfos y establecer pequeñas metas intermedias, pues está bien mejorar poco a poco, pero lo ideal es ponerse un límite de tiempo en cada meta para que estas no se conviertan en buenos deseos.
“Para crear un plan de acción necesitamos una hoja de ruta o una serie de pasos para alcanzar nuestro objetivo dentro de los plazos. Al escribir los objetivos y límites de tiempo se puede realizar un seguimiento del progreso”, describe Elizondo. (Lea en CONtexto ganadero:“Debemos tener objetivos claros y medir todo”, señala Mario Álvarez)