La nutrición durante los primeros días de vida de un ternero es esencial para su correcto desarrollo, por lo que estas 2 opciones le permiten al productor brindarle el confort que requiere la cría para comer sin depender del contacto con la madre. Una de las actividades a las que se dedican muchos ganaderos en el país es la cría, etapa esencial de los bovinos pues allí es que empiezan a formar su organismo y reflejar aquellas características obtenidas por herencia y genética. (Lea: 5 errores que frenan el desarrollo de la ganadería de cría) Durante los primeros de vida de un ternero hay un proceso esencial y es la alimentación, pues al estar recién nacidos comer directamente de la ubre se les dificulta, por lo que allí los productores deben apelar a una estrategia con baldes o teteros para simular los pezones de la madre. De acuerdo con Álvaro Camilo Velasco, ganadero dedicado a la cría, independientemente de la técnica que se use, es indispensable que tanto el tetero o el balde estén adaptados para que el ternero deba bajar el cuello y una vez esté bajo levante la cabeza y se alimente. “También ayuda que el frasco tenga un hueco que permita la entrada de aire a la botella y no se comprima”, amplió Velasco. (Lea: La estrategia para conseguir un manejo integral de la vaca de cría) A su vez, Alejandro Giraldo Villegas, productor ubicado en Caldas, indicó que uno de los aspectos más importantes es la higiene del balde o el tetero, por lo que su juicio prefiere la segunda porque le permite marcarlo y dejar uno solo para cada cría. “Cuando un ternero tiene problemas, el balde se convierte en el vehículo que se los transmite al resto de recién nacidos”, explicó. Por su parte, Luis Eslava, ganadero y conocedor de la crianza de bovinos, rescató la estrategia del balde, pues para él este elemento genera un mayor contacto y cariño con el ejemplar, mientras que el tetero solo requiere llenarlo y ubicarlo para que allí se alimente el animal. (Lea: 9 pilares para criar terneros saludables) “Es una edad para generar cercanía y algunas costumbres entre los terneros. Además permite acariciarlo, darle un poquito más de leche y que no sienta que es uno más”, argumentó. Sin embargo, Ernesto González Cely, profesional en Gestión Productiva y Salud Animal del Fondo Nacional del Ganado, FNG, aseguró que independiente de la técnica que se use se debe ser muy aseados con los teteros, chupos y baldes que se utilicen para alimentar al animal, pues al ser un recién nacido sus defensas son muy bajas, por lo que una falta en la higiene puede desencadenar en enfermedades para las crías. “Lo más importante es el aseo, porque nada hace el ganadero brindándole bienestar a la cría si ambos productos están sucios”, concluyó. (Lea: Cría de terneras con estaca, boom en la ganadería de leche)