Ganaderos que han implementado el sistema de crianza de terneras con estaca resaltan que los animales enferman menos y por ende se reduce el índice de mortalidad y aumenta la ganancia de peso. Si las terneras reducen las posibilidades de adquirir patologías y aumentan su peso en corto tiempo se podrán preñar a temprana edad, lo que beneficia el hato de leche en la línea de producción del alimento y en el aumento de número de cabezas por predio. Dúmar Zapata, encargado de un predio de leche en Quindío que usa el sistema de estaca, señaló que ha comprobado la disminución de enfermedades y ha logrado que las novillas se preñen a los 19 meses de edad, cuando lo tradicional en Colombia es hacerlo a los 32 meses. (Lea: Una vaca enferma frusta al ganadero) “El primer servicio de monta es a los 19 o 20 meses de vida. En ese periodo las reses tienen hasta 340 kilos de peso”, afirmó Zapata. Javier Ardila, zootecnista y ganadero en Cundinamarca, aseguró que ha experimentado los sistemas de crianza confinado y estaca. Desde su experiencia y por los resultados obtenidos, prefiere la segunda alternativa, en la que observó ganancia de peso en menor tiempo y sobre todo la disminución de muertes de terneras. “Con el sistema de crianza confinado se me morían entre 10 y 15 animales al año y con el de estaca 2 o 3 máximo. Esa es una gran diferencia y por eso me quedé con este último modelo que me dio además terneras con mejores pesos”, anotó Ardila. Leonardo Sánchez, médico veterinario, con maestría en producción animal y doctorado en nutrición e investigador de la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria, Corpoica, señaló que el levante intensivo de terneras se hace en ganaderías de lechería especializadas que buscan tener animales que alcancen mayores pesos en poco tiempo y para eso ha sido tradicional el uso de sistemas estabulados o semi confinados porque en ellos se controla más el tipo y las raciones de comida. El ganadero de Cundinamarca reforzó que en el sistema de crianza confinado se corren más riesgos, mientras que con el de estaca se manejan las crías de forma sencilla, claro está, sin descuidar los aspectos sanitario y nutricional. De igual forma, como si se tuvieran animales estabulados, se les proporciona en campo abierto el alimento de calidad y en las horas establecidas. (Lea:Lechería: esperanza de cara al futuro) “Es muy importante elegir el sistema de crianza sin olvidar dar el calostro en las primeras horas. Yo recomiendo el de estaca porque así lo aprendí en la finca. Con menos terneras enfermas y muertas se tienen menos pérdidas económicas” afianzó Ardila. Una ternera muerta en el predio representa pérdidas por encima de los $2 millones.