Los ingenieros agrónomos de Chile Rolando Demanet Filippi y Cristian Canales Cartes explicaron que el maíz se establece en una temperatura superior a los 10ºC, de manera que en nuestro país las condiciones para sembrar este planta son constantes en la mayoría de regiones.
Aconsejaron que para evitar el estrés térmico en el momento de la siembra y mejorar el mantenimiento de la humedad del suelo, se puede emplear un acolchado o mulching de polietileno biodegradable ubicado en franjas sobre la línea de siembra del maíz.
“Esta técnica evita el paso de la luz fotosintética, reduciendo el desarrollo de malezas y el consumo de agua. Este doble filtro actúa acumulando calor durante el día y liberándolo en la noche, lo que reduce el riesgo de bajas temperaturas y heladas”, anotaron.
Un artículo de El Tiempo publicado en 1999 aconsejó tomar alrededor de 100 semillas de un bulto y ponerlas en un germinador sin que se toquen unas con otras, cubriéndolas con papel periódico húmedo y dejándolas así durante unos cuatro días.
Al cabo de este lapso, se deben descubrir y verificar su estado. Según la publicación, el resultado debe ser 90 por ciento de semillas germinadas. (Lea: Conozca de la mano de investigadores los requerimientos del cultivo de maíz para hacer ensilaje)
Acerca del sistema de siembra, los ingenieros chilenos indicaron que la forma más utilizada es la labranza convencional, donde se incluye la incorporación de rastrojos y enmiendas orgánicas. También es posible sembrar maíz en sistema de mínima labor y cero labranza.
Para el caso de la labranza convencional, Demanet Filippi y Canales Cartes señalaron que se aplica el paso del arado subsolador con el objetivo de reducir la compactación de los suelos provocada por el excesivo paso de maquinaria en las labores de siembra y cosecha.
También argumentaron que la incorporación de rastrojos y el uso de enmiendas orgánicas permiten mejorar la estabilidad de los agregados del suelo así como su estructura. (Lea: Precio del maíz de EE. UU. seguirá volátil en el segundo semestre de 2021)
Además, produce un ambiente edáfico que permite un mayor intercambio de aire, movimiento de agua y exploración radical. Estos beneficios son mayores cuando se usa el paso de arado subsolador que rompe y resquebraja el perfil en profundidad, en especial con el suelo seco.
Según advirtieron la compactación del suelo se puede observar entre el periodo de floración y la formación de grano, donde las plantas presentan una característica amarillez que avanza desde las hojas basales hasta las hojas ubicadas en torno a la mazorca.
No existe una fórmula específica para la preparación del suelo en el cultivo de maíz, aunque es conveniente agregar materia orgánica y residuos de cosechas de cultivos anteriores para dejarlos como colchón protector del suelo con el fin de que se vayan descomponiendo.
En Colombia, las épocas de siembra están bien definidas y coinciden con el inicio de las lluvias, aunque si hay sistema de riesgo puede ser cualquier época. La densidad de siembra es distinta para cada variedad, aunque depende de la disponibilidad de agua y la fertilidad del suelo.
Para siembra manual, se debe colocar una semilla cada 20 cm sobre el surco, separados a una distancia de 80 cm. Con esto se logrará una población de 62 500 plantas/ha. Si se acorta a 15 cm entre plantas y 90 cm entre surcos, se pueden lograr 74 000 plantas/ha.
Recuerde que estos rendimientos varían debido a pérdidas por semillas que no germinan y por posibles problemas fitosanitarios (ataque de plagas o enfermedades). (Lea: Precio del maíz alcanza un máximo histórico que no se veía desde hace 8 años)
Para una adecuada fertilización, tenga a la mano el análisis de suelos de la finca antes de la siembra, al igual que la información completa sobre la variedad de semilla escogida. Esto servirá para que el agrónomo o técnico agrícola formule las recomendaciones del caso.
Vea en el siguiente video otras recomendaciones para realizar el cultivo del cereal: