El control es necesario y permanente para que la maleza no le gane la competencia a la planta forrajera en los que concierne a la luz. El control debe ser mediante la fumigación estratégica antes de que semille, asimismo mediante el pastoreo rotacional para dejar buen remanente.

La solución al problema del control de las malezas debe darse mediante la competencia por la luz, de ahí, que su control debe ser estricto para que no le ganen en productividad a los pastos

Así lo manifestó un productor del magdalena medio quien por razones de seguridad solicitó mantener en reserva su identidad. (Lea: 6 claves para controlar malezas en predios ganaderos)

Tenemos varias estrategias para controlar las malezas, una de ellas es la fumigación estratégica antes de que semille, asimismo, pastoreo rotacional para dejar buen remanente.

“El propósito es que hagan competencia por la luz y de su control depende que no le ganen en productividad a los pastos”, destacó.

Las malezas son competencia de las gramíneas, a diferencia del pasto que es cosechado en forma selectiva por el ganado, las malezas al no consumirlas tienen ventaja sobre el mismo para su desarrollo y reproducción.

“Aunque las malezas benéficas tienen efecto taladro para extraer los nutrientes más profundos del suelo, es indispensable manejarlas con macheteo o guadaña para que se descompongan”, reiteró.

Resaltó que, si no se controla con fumigación o mecánicamente, es difícil registrar buenos índices de producción. (Lea: Haga de los herbicidas su mejor aliado para erradicar la maleza)

Pastoreo rotacional

“Dicen que las malezas tienen efecto sobre la raíz y los ganaderos atribuyen su crecimiento a la presión que generan en el pastoreo rotacional.

De acuerdo con el ganadero, lo anterior no es del todo cierto, pues en el pastoreo rotacional se requiere de un control de los pastos y de las malezas. No se trata de pastorear y pasar a otro potrero y no volver a mirar el anterior.

En opinión del productor, “si el ganado pastorea en un potrero durante 4 días y regresa a este en 40 días, quiere decir, que el paso por dicho potrero es de solo 9 veces al año.

La cuenta es la siguiente: 365 días se divide en 40 de descanso, da como resultado 9 veces que multiplicado por 4 días, da 36 de ocupación.

Si tomo los días del año –365– y le resto 36 de ocupación, me indica que el potrero tendrá 329 días de descanso (365–36= 329). (Lea: Controlar el crecimiento de las malezas puede salvar a sus bovinos)

“Entonces no hay pisoteo del ganado, por lo tanto, las arbustivas tienen efecto con la raíz”, puntualizó el ganadero.