Gracias al balance entre arbustos, pasturas y ceba en la dieta de los animales, los ganaderos del país pueden optimizar le calidad e inocuidad de sus productos cárnicos y podrán ahorrar dinero en pesticidas para su hato.
Para que la carne conseguida en un hato bovino sea más tierna, jugosa y cumpla con los estándares de calidad en el mundo, diferentes investigadores agropecuarios han venido ensayando con sistemas productivos que podrían cambiarle la cara al sector: los conocidos sistemas silvopastoriles.
Con este programa, mientras que en un predio vacuno se mejoran las praderas involucrando un arbusto rico en proteína con pasto tradicional, se ceba al ganado con una dieta aventajada en valor nutricional, brindando de esta forma resultados son promisorios. (Galería: Enfrentando el reto de establecer sistemas silvopastoriles)
De acuerdo con Rolando Barahona Rosales, docente de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Colombia, desde el año 2010 en el país se han implementado millones de hectáreas de sistemas silvopastoriles de similar productividad a los de la Leucaena, arbusto ampliamente utilizado en sistemas agroforestales en el mundo.
“En estos sistemas, importantes para el desarrollo bovino, las gramíneas (pastos tradicionales) se combinan con plantas leguminosas como la Leucaena leucocephala, la cual le brinda al animal un rico contenido de proteína en las hojas, el cual es cercano al 31%, lo que evidencia un aumento considerable comparado con el concentrado comercial que solo aporta entre el 14 y 19%”, explica Barahona Rosales.
Asimismo, el docente del claustro universitario agrega que gracias al uso de leguminosas en la dieta de los semovientes, los predios también reciben grandes beneficios pues, gracias al nitrógeno de las plantas, se disminuye el uso de fertilizantes. (Lea: En Antioquia le siguen apostando a los sistemas silvopastoriles)
Ganancia diaria para el ganadero
Las evaluaciones obtenidas de los predios que usan los sistemas silvopastoriles, aseguran que existe una mayor producción de carne por unidad de área, pues en condiciones tradicionales el promedio de ganancia de peso de un animal oscila entre 200 y 300 gramos por día, mientras que con la dieta la ganancia de peso es de por lo menos 750 gramos por día.
“Esto lo que le explica a un productor bovino es que mientras con un sistema tradicional se producen entre 60 y 80 kg de peso vivo por hectárea al año, con el sistema se logran más de 1.000”, añade el docente Universidad Nacional de Colombia.
De acuerdo con el experto, mientras que un hato con alimentación habitual necesita de 42 meses para que un bovino alcance su peso de sacrificio, con la aplicación de los sistemas silvopastoriles este tiempo se reduce a 21 meses, es decir una disminución del 50% en el periodo que favorece la calidad de la carne y mejora la productividad de los praderas.
En la misma línea, Andrés Zuluaga, coordinador general del proyecto Ganadería Sostenible, de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, explica que la utilización de estos sistemas genera una mejor rentabilidad de los hatos. (Lea: Sistemas silvopastoriles, de vital importancia en hatos ganaderos)
“En el caso de los sistemas silvopastoriles, los animales tienen una mejor dieta y, por ende, el ganadero tiene la posibilidad de sacar animales más jóvenes en la edad de sacrificio”, añade Zuluaga.
De igual forma, el funcionario del gremio bovino agrega que los sistemas tienen la bondad, en el caso de la carne, de tener un producto sin problemas de inocuidad y calidad, pues no se utilizan pesticidas ni herbicidas.
De esta forma, queda demostrado que el uso de los sistemas silvopastoriles en los predios dedicados a la ganadería cárnica, son una excelente opción a la hora de alimentar a los semovientes, pues no solo ganan tiempo y calidad, sino que están ahorrando dinero en uso de pesticidas y en ceba de levante.