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Foto: todolecheria.com.ar - inta.gob.ar

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¿Siente impotencia por perder un ternero en el parto? Conozca técnicas de reanimación

por: - 31 de Diciembre 1969

El momento del parto del ternero requiere de mucha destreza por parte de la persona que lo lleva a cabo debido a que se pueden presentar casos en los cuales se tiene que reanimar al animal. Conozca qué se debe tener en cuenta a la hora de realizar este procedimiento.

El momento del parto del ternero requiere de mucha destreza por parte de la persona que lo lleva a cabo debido a que se pueden presentar casos en los cuales se tiene que reanimar al animal. Conozca qué se debe tener en cuenta a la hora de realizar este procedimiento.

Durante el parto de los bovinos, las contracciones uterinas hacen que se reduzca el aporte del oxigeno al feto y este pasa a través del canal del paro, el cordón umbilical se obstruye, cesando por completo el aporte de oxigeno. Esa carencia de oxigeno incrementa el dióxido de carbono en la sangre y produce un descenso del pH sanguíneo que se llama acidosis respiratoria.

Esta es la razón por la cual el ternero recién nacido tiene la sensación de asfixia y realiza la primera inspiración, siendo esta mucho más fuerte que una normal debido a que debe vencer la resistencia de los pulmones colapsados. 

De acuerdo a un artículo de la Revisa Frisona, al llenarse de aire los pulmones por primera vez disminuye repentinamente la resistencia vascular de los vasos pulmonares en vez de pasar por el conducto arteriovenoso a la aorta. Esa sangre se oxigena en los pulmones y baja por las venas pulmonares a la aurícula izquierda aumentando mucho la presión dentro de esta, lo que hace que se cierre el agujero por ser la presión sanguínea superior a la aurícula derecha.

La sangre después pasará de la aurícula derecha al ventrículo izquierdo y de allí a la aorta, que al tener ya más presión que la arteria pulmonar cerrará el conducto arteriovenoso con lo que se completará la circulación extrauterina del adulto.

En cuanto a la fisiología del ternero, en el seno materno la temperatura es constante, de 38 a 39ºC, pero fuera del utero, el ternero tendrá que mantener su temperatura corporal. Al nacer mojado por el liquido anmiotico su aislamiento término queda muy reducido incluso en verano, pues la evaporación genera frío.

La solución la tiene la madre, quien debe lamer al ternero para estimular la respiración, la circulación y así secar el pelo. En estos primeros momentos de vida el ternero cuenta con una reserva de grasa especial llamada grasa parda, que al metabolizarse calentará al ternero.

Todos esos mecanismos necesitan un buen aporte de oxigeno, de modo que el ternero lo soluciona con una respiración intensa que en poco tiempo también solucionará a acidosis respiratoria al expulsar el dióxido de carbono.

En un parto prolongado la falta de oxigeno será más intensa por lo que se incrementará la acidosis respiratoria. Si el aporte de oxigeno falla durante seis minutos el ternero morirá.

¿Cuáles son las técnicas de reanimación?

Lo primero que hay que hacer con un ternero recién nacido es comprobar que respira de manera adecuada. Los terneros que nacen con una vitalidad normal nada más al nacer sacuden la cabeza, en ocasiones varias veces para despejar las vías respiratorias y comienzan a respirar. (Lea: Métodos para resucitar un ternero recién nacido)

Si no lo hace, en primer lugar se le limpiará la nariz y la boca. Para esto se debe coger con la mano, el morro por debajo de los ojos y apretarlo como si se está ordeñando y mover la mano hacia adelantes. Hay que asegurarse que no hay nada en los ollares ni dentro de la boca tirando de la lengua hacia afuera para provocar la respiración con estimulas táctiles.

Además, se aconseja introducir una pajita de cereal en el interior de los ollares. Al hacerlo el ternero suele responder sacudiendo la cabeza y exhalando aire por la nariz repetidas veces, lo que obliga a inspirar fuertemente.

Para limpiar las vías respiratorias ha sido de uso común colgar al ternero boca abajo para que por medio de gravedad salga el liquido que puede haber en la tráquea. De acuerdo a la revista Frisona, hoy se sabe que ese liquido en ocasiones sale al exterior proveniente del aparato digestivo.

Además, al colgar al ternero se aumenta la presión sobre el diafragma por el peso de todas las vísceras digestivas por lo que la primera inspiración será aún más difícil. Esta es la razón por la cual no se aconseja colgar a los animales por las patas.

Otra táctica ampliamente usada es echar un cubo de agua fría sobre el recién nacido para que con el choque térmico se estimule la respiración. En la actualidad esta práctica tampoco es recomendable porque se suele enfriar al ternero, y con eso se empeora la reanimación.

Si con todo esto el ternero no comienza a respirar de manera efectiva, hay que emplear métodos que distiendan los pulmones y ayuden a respirar artificialmente. En este caso se pueden usar resucitadores de terneros, que son sistemas que bombean aire a la nariz y boca del animal con una mascarilla que se acopla al morro.

Aunque estos sistemas son muy populares si no se emplean adecuadamente, el aire entrará por el esófago a la panza, por lo que para evitarlo hay que rodear la tráquea con la mano ocluyendo al mismo tiempo el esófago. Hay que resaltar que un exceso de presión positiva también puede dañar los pulmones del animal.

El uso de un ambú con mascarilla o mejor aún intubación traqueal con o sin oxigeno debe ser realizado por un veterinario. Pero lo que es más fácil y seguro de usar son las maniobras de respiración artificial. Para esto se coloca al ternero tumbado de lado con la cabeza extendida y la lengua fuera, de tal forma que la persona coloque de rodillas por detrás de la columna del ternero dejando la cabeza de este a la derecha de quien practique la maniobra.

Con la mano izquierda se cogen las costillas por su parte caudal y con la derecha el brazo derecho del terno se eleva. El peso del ternero hará que la cavidad torácica se distienda, de la misma manera sucede en la inspiración natural y con esto el aire entrará en los pulmones.

Después se baja al ternero y se aprieta sobre las costillas para que el animal expulse el aire, de la misma manera que se produce la espiración natural. Estos movimientos se repiten el tiempo que sea necesario, suspendiendo periódicamente para comprobar que el ternero respira por sí mismo y si no lo hace se continua con las maniobras de respiración artificial. Hay casos en los que se han recuperado animales después de 15 o 20 minutos de asistencia.

El ternero vivo

Una vez que el animal respire por sí solo la atención se debe centrar en controlar la temperatura corporal. Para esto lo primero que se debe hacer es secar al ternero para evitar el enfriamiento por evaporación y favorecer el aislamiento térmico que proporciona el pelo seco. (Lea: Conozca las necesidades del ternero recién nacido)

Después de esto hay que ponerlo entre paja picada para evitar pérdidas de calor. El uso de chaquetas comerciales también es una forma de ayudar en el proceso, pero si el animal está acidótico e hipotérmico es necesario aportarle calor. Para esto, el uso de lámparas de infrarrojos durante 24 horas o más es la mejor opción.

En casos extremos, un animal con menos de 37ºC debería introducirse en un baño de agua caliente a 40ºC para recuperar la temperatura y después secarlo y ponerlo bajo la lámpara de infrarrojos. La inyección intravenosa de glucosa aportará energía instantánea para normalizar la temperatura, pero en los casos normales será suficiente con la administración de calostro caliente en cantidad y calidad adecuada.

Hay que resaltar que estas prácticas normalmente se realizan en partos que son por vía vaginal, pero en los que son por cesárea el ternero puede venir deprimido por anestesia que se aplica a la madre, sumándole que no ha tenido estímulos que se producen durante el parto vaginal.

Finalmente, en el caso de estos partos en los que el animal no respira, lo recomendado es colgar al animal por las extremidades posteriores de 30 a 60 segundos antes de aplicar las maniobras de resucitación.