Mediante el programa ‘Una Vaca por la Paz’, que lidera Fundagán, se dio inicio a la entrega de semovientes preñadas destinadas a familias de escasos recursos. Con esta iniciativa se pretende mejorar la calidad de la nutrición de los hogares campesinos y tener una fuente de emprendimiento para superar las condiciones de pobreza.   “Si usted me pregunta cómo vivo, le tengo que decir que vivo de milagro. Para que una mujer se sostenga en el campo, sin un sueldo, no es una tarea fácil. Si uno es mujer tiene que atender al esposo, a los hijos y cumplir con los quehaceres de la parcela. Conmigo viven 2 nueras y mis 2 nietos, que hay que alimentar. Si me regalan la vaca, me ayudarían a mejorar mi vida. Sería como un proyectico que empezaría con las crías, la leche y después el hatico”, explicó Sara Inés Sossa, habitante del área rural de Ciudad Bolívar, en Bogotá.   Como ella, miles de campesinos sueñan con emprender proyectos que cambien de forma positiva su calidad de vida, impactando no solo en la economía familiar, también en los niveles de nutrición, especialmente en los niños. Lo anterior, se explica porque para tener acceso a una vaca se requiere de un esfuerzo económico, que habitualmente los hogares de bajos recursos y en condición de vulnerabilidad no pueden realizar. (Lea: Informe especial: El impacto de regalar una vaca en Colombia)   “Tengo una vaquita que me sirve para sustento de mi familia, pero si me regalan otra, podría estar pensando en otras cosas, como la venta de la leche y mejorar la economía de mi hogar”, aseguró Luis Alfredo Díaz, habitante de la vereda Quiba, en Ciudad Bolívar, Bogotá.   De esta forma, los empresarios y ganaderos que donan 1 vaca saben que con ella brindan la oportunidad de mejorar las condiciones de vida de una familia campesina. Tal gesto de solidaridad hace la diferencia para que hogares como el de Mery Constanza Rojas, quien vive en el municipio de Puerto López, Meta, tenga un cambio significativo, ya que luego de haber sido desplazados por la guerrilla de las Farc, hoy con una res puede sacar a elanta a sus seres queridos.   “Es una bendición de Dios porque nosotros antes vivíamos de los huevos y de las gallinas en Puerto Alvira (Meta) y la guerrilla nos sacó. Entonces el hecho de que nos den una vaca significa que es un nuevo inicio para nosotros. De aquí en 5 años espero haber multiplicado a mis animales, así como mis ingresos”, agregó Rojas. (Lea: Hay que devolverle a la sociedad algo de lo que ha hecho por nosotros)   Mediante el programa ‘Una Vaca por la Paz’, que lidera la Fundación Colombia Ganadera, Fundagán, se pretende realizar la entrega de 600 semovientes preñadas a un mismo número de familias, en condición de vulnerabilidad durante 2015 en todo el territorio nacional.   “Con las entregas que realizaremos adicional a Puerto López, Meta, ratificamos la confianza que han depositado empresarios, ganaderos y gente del común en el programa, que luego de 3 cenas, le sigue cumpliendo a las familias rurales con la donación de las vacas, en aras de fortalecer la soberanía alimentaria y entregar una herramienta de emprendimiento, que hoy alimenta a más de 2.500 hogares campesinos, favorecidos con esta iniciativa”, aseguró en diálogo con CONtexto ganadero, Nataly Delgado Pinzón, directora ejecutiva de Fundagán. (Lea: Infantes de Marina reciben 'Una vaca por la paz')