La vigilancia y control de las enfermedades es una responsabilidad del gobierno pero el sector privado juega un papel fundamental como aliado para ayudar en la prevención.
Es por ello que el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) creó la figura de los sensores epidemiológicos, que son personas vinculadas al sector pecuario, que luego de recibir una capacitación sobre los cuadros clínicos compatibles con enfermedades de Control Oficial, formaliza su compromiso de notificar voluntariamente al ICA si observa alguna alerta en la salud de los animales para tomar las medidas con oportunidad. (Lea: Los 10 mandamientos de la salud animal)
Estas personas son capacitadas en la sintomatología asociada a las enfermedades de control oficial o cualquier presentación inusual como: fiebre aftosa, brucelosis bovina, tuberculosis bovina, encefalitis equina venezolana, peste porcina clásica, enfermedad de Newcastle, influenza aviar, rabia silvestre y estomatitis vesicular.
Son importantes porque hacen parte del sistema de alerta temprana; aquí es donde el productor trabaja en equipo con el Instituto, debido a que es responsabilidad de toda la cadena productiva garantizar la sanidad animal del país, permitiendo conocer oportunamente la ocurrencia de las enfermedades, señaló el ICA. (Lea: Convenio de cooperación con la OIE fortalecerá la sanidad animal en Colombia)
“Los sensores sirven como informadores ante cualquier sintomatología asociada a enfermedades de control oficial que reporte un productor pecuario. Se convierten en un elemento de apoyo y alerta para el diseño operativo de programas de prevención y vigilancia sanitaria”, indicó la entidad.
Los sensores están ubicados en todo el territorio nacional, los municipios de departamentos de frontera deben tener como mínimo 5 sensores formalizados y los municipios del interior del país deben estar formalizados mínimo 4. (Lea: Conozca las medidas sanitarias diferenciadas en frontera para combatir la aftosa)
Cabe resaltar que la vigencia del sensor es por 1 año, una vez haya trascurrido este tiempo, debe capacitarse nuevamente y formalizar los compromisos.Al mes de enero de 2020, en todo el país se cuenta con 5.557 sensores formalizados.
El balance que se puede hacer de su actuación es positivo y demuestra el compromiso de los productores con la sanidad del país. Del total de las notificaciones atendidas del año 2.019, aproximadamente el 25% fueron por sensores. (Lea: Vigilancia epidemiológica)
“Estamos trabajando para tener sensores más activos, que estas personas se sientan más cercanas al ICA; por tal motivo estamos ideando estrategias para potencializar su apoyo al Instituto, como certificar la capacitación en los cuadros clínicos, envío de información sanitaria a sus correos electrónicos, capacitación continua en temas sanitarios por parte del Instituto, entre otros”, afirmó la entidad.
En un futuro no lejano, los sensores serán el componente básico para que el ICA complemente sus sistemas de alertas tempranas y pueda emitir recomendaciones técnicas que permitan la estabilidad sanitaria regional. (Lea: Conozca el proyecto de autorización sanitaria y de inocuidad en predios ganaderos)
Los sensores se identifican con un carné otorgado por el ICA y mantendrán un canal de comunicación abierto con las oficinas nacionales, las coordinaciones seccionales y las oficinas locales del Instituto, así como los puntos de frontera y demás componentes del sistema.