El mercado internacional de carnes ha variado mucho debido a los cambios en los hábitos de consumo de las personas. Esta situación ha generado que hoy en día los productores deben focalizar su trabajo sobre qué es lo que realmente quiere el consumidor actual.
Álvaro Pereira Ramela, jefe de Acceso e Inteligencia de Mercados del Instituto Nacional de Carnes de Uruguay (INAC), indica que hay un orden a la hora de satisfacer las necesidades de los humanos, entre los cuales está tener buen descanso, estar alimentado, tener seguridad física.
“El primer vínculo con los alimentos está relacionado en saciar una necesidad, es decir comer. En la medida en que vamos accediendo a mayor bienestar material nos empezamos a preguntar si estamos comiendo suficiente y si la comida es segura, siendo esto último muy importante porque la inocuidad alimentaria es una preocupación que surge cuando las sociedades se van desarrollando”, describe Pereira Ramela. (Lea: Los beneficios más importantes del consumo diario de la carne)
La carne y los alimentos en general, hoy en día se utilizan como elementos de expresión de personalidad, aspiracionales e ideologizados. Es por esta razón que estos factores son muy importantes a la hora de analizar a los consumidores porque ya no solo se habla de los aportes nutricionales de los productos para el desarrollo del cuerpo o del sabor que expresan, sino también se está hablando de cómo se sienten las personas a la hora de comer los productos que se ofrecen al mercado.
De acuerdo con Pereira Ramela, “hoy estamos hablando con un colectivo de consumidores que es realmente muy heterogéneo y tenemos que estudiarlos con muchísimo cuidado y atención porque ellos están viendo muchas cosas del producto”. (Lea: ¿Para qué pasar a una ganadería sostenible y cómo hacerlo?)
Para el experto, hoy en día no solo ven los elementos del producto con los cuales los ganaderos ya están más acostumbrados como los sensoriales –relacionados con el sabor de la carne, la textura, terneza–. También las señales de nutrición como la cantidad de grasa, calorías, proteína, entre otros aspectos y elementos funcionales y de conveniencia como la vida útil del producto, porciones, facilidad de preparación.
Sino que también el consumidor está preocupado por saber cómo el producto está llegando a los mercados para lo cual entran a jugar muchos aspectos claves. Según Pereira Ramela, actualmente “hay consumidores preocupados por el bienestar animal, cómo fue la alimentación del animal, si hay hormonas en su dieta, si esta alimentación fue orgánica o con otro tipo de elementos, la interacción del bovino con el medio ambiente, el origen del mismo”, menciona.
Todo este tipo de elementos son de relevancia para los distintos tipos de consumidores y es necesario contar con factores que aseguren estas características como por ejemplo las certificaciones y trazabilidad y así dar cuenta de esto.
En palabras de Pereira Ramela, “hay un conjunto muy heterogéneo de consumidores que tienen las preocupaciones igual de heterogéneas y en realidad parece que la discusión sería dónde ubicar nuestro producto. Es decir, saber si va en el nicho de la carne a pasto o la carne a grano. Los invito a mirar las cosas desde un paso anterior y es pensar si el producto va a estar diferenciado en una etiqueta con toda esta información o si no lo va a tener y se venderá de forma más genérica”. (Lea: Mercado de carne de res alimentada con pasto crecerá en los próximos años)
Por lo tanto el productor debe preguntarse si quiere su producto con etiquetas o sin, para luego ir enfocándose en qué aspectos son los que van a hacer parte de esta categorización para comunicarse con los distintos consumidores que hay en el mundo.