El uso del semen sexado ha dado resultados eficientes en novillas primerizas o ‘vírgenes’. Esto no quiere decir que vacas con más de un parto no se puedan preñar con esta técnica de inseminación artificial. El semen sexado ha permitido que los ganaderos optimicen sus predios productivos, al conseguir entre 85 y 90 % de hembras mientras con la técnica de inseminación artificial tradicional solo se llega al 48 %. (Lea: La fórmula para que los intervalos entre partos de sus vacas bajen) Una pajilla de semen sexado cuenta con 2 millones de espermatozoides y la tradicional con 20 millones. La diferencia recae sobre que en el primer caso se hizo una selección de la mejor esperma y se descartó aquella con defectos morfológicos. Mauricio Moreno, director de la Multinacional Sexing Technologies, informó que la técnica de inseminación con semen sexado es de gran valor porque permite la identificación del género que tendrá la cría bovina, que será de alto valor genético. “Lo que hacemos a través de un proceso mecánico y electrónico es identificar hasta con un 99 % de posibilidades, cuál es el sexo del espermatozoide”, dijo Moreno. Pese a eso, la tecnología resultará efectiva si se emplea de forma adecuada. Tener en el predio un inseminador profesional, novillas primerizas o con más partos sin contaminación por semen o enfermedades reproductivas, detectar el celo de la res y entrar a inseminar en el momento indicado son los factores esenciales para que la práctica funcione. La elección de novillas primerizas para emplear la técnica de semen sexado se ha justificado, señaló Diego Ortiz, investigador PdD de la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria, Corpoica, porque son animales jóvenes sin concentración de semen en su cuerpo y un alto nivel reproductivo. (Lea: Conozca el momento ideal para preñar una vaca) Recalcó que sea cual sea la res elegida, esta será una que se destaque por su alto rendimiento en reproducción, tras haber hecho una selección de las reses más valiosas con las que se aumentará el hato. Agregó que en la práctica artificial tradicional se detecta el celo de la novilla en la mañana y se insemina en horas de la tarde, en la usada con semen sexado se espera más tiempo. “El semen sexado tiene condiciones de manejo y uso diferentes a la inseminación tradicional. Si la vaca entró en celo hoy se deja un lapso de tiempo más largo para usar la pajilla de semen sexado porque está más capacitada y porque el recorrido que hace desde la cérvix del animal es más corto”, ahondó el experto en reproducción animal de Corpoica. Otra recomendación que dio Ortiz fue considerar que el uso eficiente de cualquier pajilla en novilla virgen o no depende de conocer el momento exacto en el que entró en celo para comenzar a contar las horas y definir el instante a inseminar con semen sexado.