Varias voces del sector indican que aunque hay presencia de la Policía en áreas rurales de Colombia, los grupos al margen de la ley se siguen fortaleciendo. Señalan que la inseguridad aumenta por el temor a denunciar.

Sobre las 7:30 de la noche del 2 de septiembre, a la finca ‘Dulce Nombre’, ubicada en la vereda San Francisco, del municipio de Aguachica (Cesar) un grupo de delincuentes irrumpió con un solo fin. El mayordomo del predio, su esposa y un menor de edad estuvieron amenazados con arma de fuego hasta las 2 de la mañana del día siguiente (3 de septiembre).

“Dijeron que hacían parte de las Farc, pero creo que ellos son un grupo de delincuentes que están muy bien informados. Llegaron ese día al predio y me robaron 13 vacas y un toro, también lastimaron al mayordomo de la finca y a su esposa y un menor de edad. Esto ya se está volviendo costumbre porque la seguridad ha desmejorado mucho”, dijo el propietario del predio, de quien por seguridad nos reservamos su nombre. (Lea: Conozca cómo se comporta el país en materia de seguridad)

De acuerdo con el ganadero, hasta el pasado 3 de septiembre la Fiscalía recibió la denuncia “y ahora solo queda esperar a ver qué nos dicen, porque con la prontitud de esta justicia colombiana no se sabe”.

Sobre el tema, una fuente cercana al gremio ganadero que también pidió la reserva de su identidad, señaló que aunque los niveles de inseguridad se han disparado, la Policía ha estado trabajando en el caso y en general en el fortalecimiento del bienestar de los productores de la región.

“Hay que mencionar varias cosas: la denuncia ya está interpuesta ante la Fiscalía y si en menos de 36 horas no se tiene respuesta o un avance, el proceso se demora, según la Policía. A eso también hay que sumarle que el robo de animales se ha convertido en algo normal en la región, entonces si la gente no denuncia, es muy difícil solucionar cualquier caso”, explicó el habitante de Aguachica, Cesar. (Lea: Las 3 regiones del país más peligrosas para los ganaderos)

Cifras de seguridad no mejoran

En el más reciente informe del Observatorio de Delitos de la Fundación Colombia Ganadera, Fundagán, entidad que tiene el apoyo de Fedegán-FNG, se evidencia que duranteagosto el sector se vio afectado en términos de seguridad ya que se registraron 18 casos de abigeato, uno de extorsión y uno de secuestro. Se destaca que no se registró ningún asesinato.

Las cifras superan las de hace un año cuando, según el Observatorio, no se registraron extorsiones ni asesinatos y solo hubo 10 casos de abigeato. 

según Diego Leonardo González González, miembro del Observatorio de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario de Fedegán, las violaciones masivas y sistemáticas contra el sector ganadero, como lo son las extorsiones, el continuo hurto de ganado y los secuestros, atentan contra el Derecho Internacional Humanitario y los derechos humanos. “La seguridad antes que mejorar en el transcurso de los meses, tiende a empeorar”. (Lea: En Purificación, cada 6 días hay un nuevo caso de abigeato)

“La seguridad del sector ganadero no deja de ser preocupante. El hurto de ganado ha sido una terrible constante que hemos venido sufriendo con mayor intensidad estos últimos meses. Al binomio guerrillas-bandas criminales se le imputa la mayoría de los abigeatos. Que las guerrillas continúen cometiendo este tipo de delitos, en medio de los diálogos de paz, no debe ser analizado a la ligera, puesto que el Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra, les prohíbe en su artículo 14, que como método de combate, hagan padecer hambre a las personas civiles, y en consecuencia les prohíbe atacar, destruir, sustraer o inutilizar con ese fin los bienes indispensables para la supervivencia de la población civil, tales como el ganado”, aseguró González.

Es necesario que las víctimas de este tipo de delitos conozcan que desde la página web de la Federación Colombiana de Ganaderos, sepan que con la herramienta ‘Querella en Línea’ se puede dar un apoyo a la seguridad de los ganaderos, actuando en tiempo real con las autoridades, pudiendo así salvar vidas y recuperar la tranquilidad rural.