Una universidad de España está estudiando los mecanismo de infección de la fasciola hepática a través del proyecto Paragone. Este resuelve que dicha enfermedad controla la respuesta del hospedador desde el primer día que entra en su organismo y centra la lucha contra este parásito en sus fases juveniles.
Según informa el Diario Veterinario, existen muy pocas vacunas frente a parásitos debido a que son organismos bastante complejos que interactúan con el hospedador controlando su respuesta. Sin embargo, se trata de un campo de gran interés para el mundo de la ganadería, razón por la que encontrar mecanismos de control antiparasitarios es uno de los objetivos del proyecto de investigación Paragone. (Lea: Lluvias ponen en riesgo al ganado por la fasciola hepática)
Esta es una iniciativa enmarcada en el Horizonte 2020, que ha contado con 17 socios, entre los que se encuentra la Universidad de Córdoba (UCO). El papel de esta institución se ha centrado en conocer la manera en la que estos parásitos controlan la respuesta del hospedador y cómo sobreviven en su organismo.
El investigador principal del proyecto en la UCO, José Pérez Arévalo, explica que ha estudiado el comportamiento de la fasciola hepática, una especie que produce enfermedades crónicas en los animales y que es uno de los parásitos que más interés genera debido a su resistencia a los medicamentos.
Según el Diario Veterinario, el experto cuenta que los resultados obtenidos en el marco del proyecto apuntan a que, desde el primer día en el que se produce la infección, se genera en el hospedador una respuesta inmune que no afecta al parásito.
Estos resultados han llevado al equipo de investigación a entender que la lucha contra estos organismos debe centrarse en sus formas juveniles. Pérez Arévalo menciona que “el parásito controla la respuesta del hospedador en fases muy tempranas. Cuando aún son jóvenes están más expuestos al ataque del hospedador, pero de adulto ya se encuentra en una zona muy protegida, dentro de conductos biliares del hígado, y es complicado que la respuesta inmunitaria le haga daño”. (Lea: 5 recomendaciones para el manejo de la fasciola hepática)
Este tipo de parásitos están adaptados y pueden vivir años. Aunque no provoca la muerte del animal, sí perjudica su salud y, en el caso de los dos mamíferos que han estudiado que son las vacas y las ovejas, genera anemia, insuficiencia hepática, menor ganancia de peso, menos lana y leche así como mayor infertilidad, lo que se traduce en pérdidas económicas de miles de pesos al año.
El problema, destaca el investigador principal del proyecto en la UCO, es que cada vez hay más poblaciones de estos individuos resistentes a los medicamentos antiparasitarios debido a su elevado uso. Sin embargo, “las vacunas producirían una mayor protección ya que no dejan residuos ni en carne ni en leche”, asegura el investigador.
Candidatos a vacunas
En Paragone se ha realizado un ensayo que llegó al 47 % de efectividad, pero hasta que no se alcance el 60 o 70 % no se considera comercialmente aceptada, según Pérez Arévalo, quien añade que es un porcentaje complicado de alcanzar debido a las variaciones individuales en este parásito. (Lea: Tratamientos para prevenir y curar la fasciola hepática en bovinos)
No obstante, en este sentido, el proyecto ha conseguido elevar tres candidatos vacunales frente a otros parásitos a su fase de demostración. Uno de estos, destinado a un género de parásitos denominados Cooperia, ha alcanzado una efectividad que se sitúa entre el 75 %.
Fuente: Diario Veterinario