La creciente preocupación de los consumidores por conocer, con transparencia y responsabilidad, las condiciones en que los alimentos fueron obtenidos y comercializados es un tema que cada día cobra mayor relevancia.

Colombia ha buscado incursionar con su carne bovina a mercados como el de Estados Unidos y, mas recientemente, el de China, pero uno de los temas cruciales en cualquier caso es la trazabilidad.

En el caso de Estados Unidos, de acuerdo con el Tratado de Libre Comercio (TLC), suscrito entre los dos países, la desgravación arancelaria para la carne era de diez años, esto quiere decir que desde 2021 se puede importar o exportar carne al otro país sin pagar aranceles.

No sucede lo mismo con la leche donde todavía están vigentes los aranceles y solo hasta 2026 se eliminarán por completo para un comercio totalmente libre, a menos que en la revisión que anunció el gobierno que se haría, se disponga otra cosa.

En el caso de la carne, Estados Unidos ha manifestado que quiere tener garantías para la certificación, "de manera que podamos mitigar el riesgo y demostrar que las exportaciones que se van a hacer a ese país son de animales nacidos, criados, cebados y sacrificados en ese territorio que va a ser aprobado por ellos". (Lea en CONtexto ganadero: Este es el norte que marcará la nueva plataforma de trazabilidad)

Por su parte, para exportar carne a China uno de los requisitos establecidos es que el ganado debe haber nacido, sido criado y sacrificado en una zona libre de fiebre aftosa en Colombia. De igual modo, los ejemplares deben estar identificados con un código único que permita rastrearlos hasta la finca donde fueron sacrificados, utilizando un sistema de trazabilidad oficial y eficaz.

A estos dos importantes mercados de exportación se suma la Unión Europea que bajo la nueva normatividad que comenzará a aplicar en los próximos años exigirá el que la carne o el ganado provengan de zona libre de deforestación, donde una vez más es parte de la trazabilidad.

Fortalecimiento de la información

Para el gerente de Friogán, Carlos Roberto Patiño, “los esfuerzos por destacar la carne colombiana se están quedando estancados mientras que no opere en forma el programa de identificación y trazabilidad bovina, cuya ley se expidió hace casi 20 años, pero aún no funciona con total rigor”.

Añadió que “nos toca seguir trabajando de la mano con el gobierno para saber cómo sacamos adelante el proyecto de trazabilidad que es fundamental para dinamizar el comercio exterior, pues los mercados que más demandan carne, como Estados Unidos o la Unión Europea, exigen este requisito para exportar”.

Por su parte, el gerente del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), Juan Fernando Roa, señaló que uno de los ejes de la entidad para este cuatrienio es fortalecer la cultura de la gestión de la información como fuente de innovación para la toma de decisiones del campo colombiano. (Lea en CONtexto ganadero: La trazabilidad, una tarea importante para la cadena cárnica bovina)

Esto quiere decir hacer un “geo-portal sanitario y fitosanitario operado a través de un centro de inteligencia, que ya empieza a ser una realidad”, que va de la mano con potenciar y promover la interoperatividad de los sistemas de trazabilidad.

Además, se tienen unos modelos de trazabilidad aprobados que desde la promulgación del Sistema Nacional de Información, Identificación y Trazabilidad Animal (SNIITA), se ha venido trabajando en la integración del Sistema de Identificación e Información de Ganado Bovino (SINIGAN), que “es el sistema más robusto que puede tener mayor nivel de seguridad para la información y demás, en donde dentro del mismo se ve reflejado todo el módulo de vacunación que es operado por Fedegán”.

Este aplicativo integra las bases de datos de todos los sistemas, procesos y requisitos que anteriormente se realizaban por separado, para tener una trazabilidad integral y una mayor cobertura, que le permita al Instituto, como autoridad sanitaria, contar con información única, confiable y oportuna, para la prestación de sus servicios.