La guadua ya tiene un Consejo Nacional de la cadena productiva, reconocido por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural mediante de resolución 0009 de 2021.
Este Consejo actuará como cuerpo consultivo del Gobierno Nacional en materia de política pública para el subsector de la guadua/bambú y su agroindustria y como órgano de concertación permanente entre los distintos eslabones de la cadena.
Allí tendrán asiento el ministro de Agricultura o su delegado; un representante del eslabón de silvicultura, uno del de producción, así como de transformación, de comercialización, de servicios de apoyo y de la mesa sectorial de la cadena de la guadua del Sena. (Lea: Las ventajas del bambú en las explotaciones pecuarias)
Cabe mencionar que la guadua se puede utilizar en sistemas silvopastoriles en ganadería y que además puede generar ingresos adicionales a los productores.
De acuerdo con Cipav, la guadua angustifolia es una especie con rápido desarrollo que puede tener un papel muy importante en la protección de las aguas y permite que de las zonas protectoras se pueda hacer una explotación económica sostenible, por medio de la extracción controlada.
Esta especie ayuda en la consolidación de sistemas silvopastoriles con diferentes arreglos y de otro lado contribuye en la restauración ecológica, soportada en procesos de mejoramiento de la conectividad de los fragmentos de bosque existentes.
La guadua conserva agua, captura CO2 y produce oxígeno, por lo que puede ser aprovechada en la protección de cuencas y microcuencas.
Según un trabajo de la Universidad Nacional, los proyectos forestales con guadua son capaces de capturar CO2 de manera significativa contribuyendo de esta manera a la mitigación del cambio climático global.
Así mismo, la diversidad física de hábitats y micro-hábitats (heterogeneidad espacial), en donde aparece la guadua como una alternativa, aumenta la diversidad de plantas y animales asociados, según la FAO.
La Guadua es el bambú nativo de mayor importancia en el país. Es un excelente recurso renovable, de rápido crecimiento y fácil manejo, además de brindar beneficios económicos, sociales y ambientales a las comunidades rurales del país. (Lea: Guadua y coco son fuente de gas)
Los guaduales pueden crecer y desarrollarse en diferentes zonas desde el bosque muy húmedo tropical y bosque seco tropical hasta el bosque muy húmedo subtropical y bosque muy húmedo montaña bajo, siendo su crecimiento óptimo en las dos últimas formaciones ecológicas o zonas de vida que incluye a los departamentos de Caldas, Risaralda, Quindío, Valle del Cauca y zona cafetera.
La estructura y dinámica de los guaduales depende de las condiciones de clima, suelo y manejo y está determinada por la densidad (Nº de Guaduas por hectárea), la cual es muy variable y puede oscilar entre 1.000 y 2.000 tallos por hectárea hasta 8.000 y 10.000 tallos por hectárea.