Según el portal A-Z Animals, los primeros dientes que sacan los terneros son sus incisivos inferiores. Todos los terneros tienen 20 dientes: ocho incisivos y 12 premolares. A medida que envejecen, sus dientes permanentes comienzan a crecer y reemplazan los dientes de leche un par a la vez.

Las vacas jóvenes no obtienen su primer diente permanente hasta que tienen alrededor de dos años. En ese momento, los primeros dientes permanentes en salir son los incisivos medios inferiores o pinzas. (Lea: Cómo evitar el desgaste de los dientes en bovinos)

Luego vienen los primeros incisivos intermedios a los tres años de edad. A los cuatro años les sale el tercer par de dientes permanentes, y alrededor de los cinco años, obtienen su juego final de incisivos. Durante este tiempo, también les salen las muelas adultas, aunque están más atrás en la boca y son más difíciles de ver.

Las vacas tienen dientes superiores, sin embargo, solo les crecen incisivos en la mandíbula inferior. La razón es que son rumiantes (como las ovejas y las cabras) y a los rumiantes les crece un montículo duro y curtido llamado almohadilla dental en lugar de los incisivos superiores.

Además, el ganado vacuno tiene un labio superior relativamente fijo (en comparación con las cabras y ovejas). Debido a esta particular anatomía oral, la vaca usa su lengua para agarrar un manojo de pasto y luego arrancarlo con los dientes, anotó este artículo del PhD Orr.

Por otra parte, este artículo preciso que las vacas no necesitan estos dientes superiores sino que usan la almohadilla dental, junto con sus dientes inferiores, para agarrar hierba, torcerla y llevársela a la boca con sus lenguas ásperas. La almohadilla es dura y coriácea. Al presionar sus dientes inferiores contra ella, pueden arrancar la hierba de la pradera. Luego, la hierba se mezcla con la saliva de la vaca, que contiene enzimas que ayudan a descomponer la comida.

Los dientes frontales suelen ser dientes incisivos, que las vacas no necesitan porque comen y tragan la comida rápidamente, sin masticarla de inmediato. Se tragan cada bocado y almacenan la hierba en el primero de sus cuatro estómagos. Cuando mastican alimentos duros como hierba y hierbas, los frotan entre los incisivos inferiores y la almohadilla dental.

Esto lo convierte en un mecanismo de trituración muy efectivo. Debido a esto, las vacas no tienen dientes frontales, al menos en la parte superior. No obstante, aunque las vacas carecen de incisivos en la mandíbula superior, sí tienen premolares y molares superiores. (Lea: Higiene oral de los bovinos, fundamental para una correcta alimentación)

Cuando devuelven del estómago a la boca en la boca para una segunda digestión, estos dientes superiores se usan para descomponer aún más el pasto en pedazos más pequeños. El alimento que regurgitan lo mastican con sus muelas para descomponer la materia de celulosa difícil de digerir en el pasto y extraer los nutrientes.

¿Pueden las vacas morder?

En teoría, todos los animales con boca y dientes pueden morder. Pero, si lo muerde una vaca, ¿es lo mismo que si un perro le mordiera? No exactamente, pues aun cuando pueden morder, lo máximo que pueden hacer es dejar un moretón por no tener dientes superiores en la parte delantera de la boca.

La principal defensa de una vaca proviene de su tamaño y sus pezuñas. Los toros también tienen sus cuernos y persiguen a los que lo amenazan. Pero no se preocupe, si una vaca (o incluso un toro) lo muerde, lo más probable es que no le haga mucho daño.

Dientes adultos: ¿Cuántos dientes tienen las vacas?

Las vacas adultas tienen 32 dientes en total; ocho incisivos, 12 premolares y 12 molares. Usan sus dientes casi exclusivamente para comer el forraje. Esto es particularmente importante para las vacas, que tienen estómagos de cuatro partes que requieren mucha masticación.

Cuando una vaca come, primero traga y digiere parcialmente su comida en una de las cámaras del estómago. Luego, regurgita este alimento, lo mastica de nuevo y lo traga de nuevo. Este proceso puede ocurrir muchas veces y es vital para la digestión de la vaca que pueda desmenuzar sus comidas en pedazos cada vez más pequeños.
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