CONtexto ganadero le explica en qué consiste este concepto y cómo puede aprovecharlo para obtener el mayor rendimiento de su hato.

En términos generales, el crecimiento compensatorio es una respuesta fisiológica como resultado de un estrés nutricional. Cuando un bovino recibe alimento después de un período de escasez, su organismo reacciona de forma rápida y recupera el peso perdido.   Sin embargo, César Augusto Gómez Velásquez, médico veterinario y magíster en Ciencias Veterinarias, explicó que este concepto se puede entender de 2 maneras. (Lea: ¿Cómo la deficiencia de nutrientes afecta la reproductividad bovina?)   “Primero, se puede entender como retribución, que compensa al suplemento de nutrición que le estén dando al animal. Por ejemplo, a unos lotes de novillos les estoy dando silo de maíz, entonces ellos van a comer y van a traducir lo que comen en ganancia de peso, o sea compensan la dieta y la traducen en crecimiento”, resaltó.   Otra forma de entender el concepto de compensación es cuando la cría, por efecto del estrés del destete y de la transición al consumo de pasto, deja de ganar peso.   Esta segunda interpretación hace referencia al proceso de transición del ternero que pasa de monogástrico a poligástrico, cuando deja de consumir la leche de su madre y se vuelve herbívoro. (Reportaje: Precocidad, aspecto que debe mejorarse en la ganadería colombiana)   Gómez señaló que las crías comienzan a ganar peso durante los primeros 3 meses de vida en la etapa de lactancia, en la cual su abomaso digiere la leche para que el intestino absorba los nutrientes.    Pero el momento en que el animal comienza a consumir pasto, el rumen se desarrolla. Cada vez que el lactante crece al lado de su madre, deja de tomar leche y la va reemplazando paulatinamente por el forraje.   “Eso conlleva a que la cría, mientras hace transición junto a su mamá, no tenga pérdidas en el peso, sino que las ganancias y el crecimiento siempre van a ser constantes”, aclaró el médico veterinario. (Lea: Conozca en qué consiste el crecimiento isométrico y alométrico)   Así, a medida que se acostumbra a su nuevo alimento, el novillo obtendrá unas ganancias de peso mayores a las que normalmente tenía para volver a los parámetros habituales que tenía antes de este cambio.   “Por ejemplo, el animal tenía 260 kilos y venía ganando 1.000 gramos por día. Entonces se desteta y baja 10 kg, o sea tiene 250. En ese momento, comienza a comer pasto de forma regular y el bovino compensará la pérdida que tuvo, y en los 15 días siguientes vuelva a ganar 1.000 gramos o hasta 1.100 para volver al crecimiento que venía teniendo”, indicó.   Esta interpretación también aplica para la merma del ganado que se va a comercializar en subastas. En este caso, el traslado de un sitio a otro y la falta de alimentación generan alto estrés en el bovino que se desgasta físicamente y se da una pérdida entre peso en el campo y el peso en la subasta.   Al llegar a otra finca, tendrá dificultades mientras se adapta al nuevo ambiente, pero una vez lo haga, comenzará a registrar mayores aumentos de peso gracias a una dieta enriquecida. (Lea: Anatomía de la ubre, asunto que le compete a los ganaderos)   “La ganancia compensatoria se refiere a la pérdida que tuvieron debido al estrés, por una vacunación, el destete o la movilización, y compensan en los días siguientes cuando empiezan a recibir forraje de buena calidad”, precisó.   En estos primeros días, es probable que los bovinos obtengan mejores resultados que en días previos, como observó el veterinario. Sin embargo, con el paso del tiempo volverán a sus parámetros normales de ganancia de peso.