La presencia de garrapatas es un común denominador en los predios ganaderos del país y del mundo, razón por la que son combatidas y eliminadas de muchas maneras por los productores dentro de sus fincas. Una de esas es el masivo uso de garrapaticidas que generan una causa adversa al negocio por la formación de resistencia. Conozca de qué depende este término y cómo afecta la economía del hato ganadero. (Lea: ¿Conoce cuál es el umbral de garrapatas en los bovinos?)
Eliseo Velazco Cerca es un médico veterinario y consultor de ganadería extensiva en pastoreo que desde hace 27 años trabaja en el control de la garrapata, razón por la cual indica que para hacer un control estratégico de este ectoparásito se debe evaluar la población de garrapatas, la resistencia que tiene y la cantidad y tipo de estos microorganismos.
“La resistencia es la capacidad de una parte de la población de sobrevivir a ciertas concentraciones de un agente tóxico que es letal a una especie normal o susceptible de la misma especie”, explica detalladamente Velazco Cerca.
El experto pone en manifiesto que en la ganadería convencional de América Latina se ha hecho un uso regular e indiscriminado de los garrapaticidas, porque se han dado malos manejos, mala dosificación, inadecuados mecanismos de aplicación, excesiva frecuencia con la que se aplican.
Dentro de estos factores también entran a jugar un papel importante la selección y rotación de moléculas así como la falta de una base epidemiológica que se ha perjudicado en gran manera el negocio de la ganadería.
“Esa resistencia está determinada por factores intrínsecos de la garrapata como la genética, ecología, comportamiento y fisiología, así como también los operativos en los que se encuentra el tipo de insecticida, área de cobertura, tiempo, frecuencia, concentración y método de aplicación”, describe Velazco Cerca.
Ante la presencia de esta resistencia, el experto asegura que lo primero que debe hacer el productor es evaluar si en la explotación hay problemas de esta o simplemente se debe al mal manejo, porque en todo grupo de individuos con rasgos genéticos hay alguno que es resistente.
En palabras de Velazco Cerca, esta resistencia depende de la frecuencia de aplicación de los garrapaticidas, de la familia de productos que se esté utilizando así como la residualidad de los mismos. Aquí reitero que la eficiencia en la aplicación y la capacidad o habilidad de las garrapatas para evolucionar”, comenta. (Lea: Aumenta en el mundo la resistencia parasitaria que afectan a bovinos)
Este trabajador del campo añade que durante su experiencia ha logrado percibir que estos microorganismos han creado un aumento de la desintoxificación por enzimas, una modificación de la conducta para prevenir el contacto, razón por la que se esconden en lugares difíciles de acceder en el animal. También se han vuelto un enemigo hábil porque vuelven transforman su cutícula para prevenir la penetración del veneno.
Afectaciones en el bolsillo
Para el experto, la resistencia de estos parásitos mueve en gran medida el factor económico de un predio porque se incrementa el costo de los tratamientos garrapaticidas, así como también se restringe la movilización del ganado.
“Además se tienen que diseñar programas de control mediante tratamientos estratégicos por diferentes mecanismos de acción. Es importante aclarar que obviamente quien tiene resistencia incrementa los problemas de hemoparásitos, por lo que el prestigio de una ganadería cae así como el valor de las pieles”, concluye Velazco Cerca. (Lea: ¿Son las garrapatas más generadoras de pérdidas que los helmintos?)