La conservación del heno en un predio ganadero reduce la posibilidad de pérdida de peso de animales y muerte de terneros que se presentan en las temporadas críticas debido a la falta del recurso agua, razón por la que el productor debe suplementar sus bovinos.

En regiones de trópico alto de Colombia, se ha vuelto frecuente que los productores se vean enfrentados a largos periodos de sequía, lo cual ocasiona que busquen suplementos alimenticios como el heno para suministrar a sus ganados y evitar que se bajen sus niveles productivos. Conozca de qué depende la calidad de este proceso. (Lea: ¿Cómo es un buen heno?) 

Jesús Hemberg Duarte Vargas, médico veterinario zootecnista con maestría en Producción Animal de la Universidad Nacional Autónoma de México, indica que el proceso de henificación hace referencia a la deshidratación natural del forraje, lo que permite que se reduzca el contenido de humedad en un 18 %.

“Nuestras pasturas en el trópico tienden a lignificarse debido a la temperatura, lo que aumenta las reacciones bioquímicas y hace que se generen muchas fibras, celulosa y otros materiales. Basado en esto es importante que se tenga muy en cuenta la calidad del heno a la hora de adquirirlo”, describe Duarte Vargas.

Para el experto, la calidad de este heno va a depender de varios factores como:

- Especie forrajera utilizada: “Pues es fácil encontrar especies que semillan muy rápidamente como el Colosuana, lo que hace que buena parte de los nutrientes se vayan para la formación en aumento de la calidad de tallos y disminución de la proporción de hojas, lo que afecta la calidad del material”, explica Duarte Vargas.     - Estado fenológico o de desarrollo de la forrajera: Es importante tener claro que no es lo mismo estar en un estado vegetativo que en uno de prefloración, asegura el experto.     - Equipo utilizado para corte: De acuerdo a Duarte Vargas, “dependiendo de las cuchillas y que tan afiladas estén se puede generar un corte o una ruptura de la fibra con la posibilidad que se presenten enfermedades allí”, comenta. (Lea: Cómo recolectar una muestra representativa de heno y de ensilaje)     - Velocidad del secado: Este punto juega un papel preponderante ya que hay una interacción entre la temperatura ambiente, velocidad del viento, humedad relativa, humedad del suelo y otra serie de aspectos que van a generar más elementos para desarrollar un heno de óptimas condiciones.     - Manipulación del material después del corte: En palabras de Duarte Vargas, “es clave saber en qué momento se hace el corte, en qué momento se enfarda el material y en qué condiciones se va a manipular en términos de lugar de almacenado como la bodega, ventilación, entre otros”, añade.     - Humedad en el momento del enfardado: Se debe entender que el agua es un elemento fundamental de la vida y del mantenimiento de los microorganismos, por lo tanto juega un papel preponderante en la producción de mohos, hongos y otro tipo de microorganismos que se pueda generar en el heno.     - Condiciones de fertilidad del suelo: El productor debe tener claro en qué condiciones se encuentra el suelo en el que se va a producir el material para el heno, así como las mismas condiciones de la tierra o el lugar donde se va a almacenar.      - Tipo y duración de almacenamiento: “Es importante tener claro cuánto tiempo va a estar almacenado ese material porque a medida que pasa el tiempo se van perdiendo los nutrientes del mismo”, señala Duarte Vargas. (Lea: Fabricación de heno, la carta para enfrentar duras sequías)