Así se conoce al árbol de matarratón en el que el 60 % de su proteína bruta es nitrógeno insoluble y alcanza una degradación ruminal cercana al 80 % la cual es considerada alta. Resulta mínima la diferencia entre el perfil de aminoácidos del matarratón y las 2 fuentes más importantes de proteína en el mundo ganadero: torta de soya y alfalfa, por lo que desde hace 3 décadas ha hecho que se le considere “la alfalfa del trópico”. Y es que existen numerosas experiencias empresariales y campesinas que respaldan las ventajas del uso del matarratón como alimento de rumiantes mayores y menores. Bancos forrajeros mixtos y puros de esta especie, han funcionado en forma continúa y sin menoscabo de la productividad durante 18 años o más, con producciones constantes hasta de 20 toneladas ha-1 año-1 en base seca (80 toneladas de materia verde) y corte cada 3 meses, a partir del segundo año. Así lo señalan investigaciones del Centro para la Investigación en Sistemas Sostenibles de Producción Agropecuaria, CIPAV (Carta Fedegán 103). (Lea: Bloques nutricionales sin químicos, apuesta de académicos) Hojas ricas en proteínas Las hojas y ramas verdes del matarratón son ricas en proteína cruda (25 % y 12 %, respectivamente), minerales (con excepción del fósforo y el cobre) y algunas vitaminas. Los carbohidratos estructurales de esta especie tienen un alto contenido de lignina, por lo cual no son una fuente importante de energía, así que el matarratón es un complemento ideal para los pastos tropicales que tienen niveles energéticos entre medios y altos. El 60 % de su proteína bruta es nitrógeno insoluble, que alcanza una degradación ruminal cercana al 80 %, considerada alta. El follaje también es fuente de nitrógeno no proteico, aminoácidos y péptidos, que contribuyen a la producción de proteína microbial en el rumen del ganado bovino, caprino y ovino. (Lea: Alternativas modernas y tradicionales para la alimentación del ganado) Experimentos en 11 países De acuerdo con CIPAV, en los últimos 20 años los resultados positivos de la alimentación de vacas doble propósito, terneros, búfalas, cabras, ovinos en crecimiento y ovejas reproductoras, reflejados en mejores comportamientos productivos y reproductivos y mayor eficiencia económica, están documentados por experimentos científicos en países tropicales como Costa Rica, Colombia, Cuba, Filipinas, EE. UU. (Hawai), Honduras, India, México, Nigeria, Sri Lanka y Venezuela. Gramineas asociadas Señala que el principal efecto del matarratón sobre la alimentación del ganado se logra a través del mejoramiento de la calidad de las gramíneas asociadas, gracias al ciclaje de nutrientes de capas profundas del suelo, la rápida descomposición de la hojarasca, la fijación de nitrógeno atmosférico, la retención de humedad y la protección contra los vientos desecantes. (Lea: Controlar malezas es clave para enfrentar el cambio climático) “Especies como la guinea Panicum maximum, la estrella Cynodon plectostachyus y C. nlemfuensis y el Angleton Dichanthium aristatum se benefician mucho de la asociación con el matarratón”, afirma. Debido a que existen numerosas procedencias y variaciones locales, el consumo del matarratón, por parte de los animales, no es uniforme. En la mayoría de los casos, el ganado aprende a consumirlo paulatinamente (una a dos semanas) hasta desarrollar un gusto preferencial por él, en especial durante las épocas secas. Al igual que la mayoría de las leguminosas tropicales, tiene factores antinutricionales como cumarinas y taninos condensados. Estas sustancias son tóxicas para roedores (de ahí el nombre común de matarratón) y también para pollos y equinos, pero no para los rumiantes.