La cojera afecta el desempeño productivo de los animales y puede llegar grandes pérdidas a los ganaderos, planteó Federico Johnson, MV especializado en podología bovina en charla virtual organizada por Asojersey.
“El dolor es el peor enemigo de la productividad en los hatos y se considera la patología que mayor implicación tiene en el bienestar animal de los bovinos”, señaló.el profesional
Resaltó que la cojera es la tercera condición en importancia económica para la ganadería, después de la mastitis y la ineficiencia reproductiva. El 90 % de las cojeras en bovinos se originan en la pezuña. (Lea: Esta es la cantidad de leche que usted pierde debido a las cojeras)
Una vaca con cojera disminuye la producción de leche porque come menos y le cuesta ir a los bebederos, aumenta los costos de tratamiento, hay un incremento en el riesgo de descarte (remplazos), disminución en ganancias de peso y en la eficiencia reproductiva, y eleva el costo de la mano de obra, todo lo cual repercute en el negocio.
Según estudios internacionales, por las cojeras la producción de leche se reduce en 1,5 litros por día, produce 360 litros menos de leche por lactancia, reduce en 70 % el reinicio de su actividad ovárica posparto, es tres veces mayor el riesgo de descarte e incrementa su intervalo de partos (concepción) en 36 – 50 días.
En varios estudios se ha demostrado que más del 80 % de las lesiones de la pezuña y cojeras en vacas de leche se generan durante los primeros cien días de lactancia
Sin embargo, dijo, no se pueden cuantificar las pérdidas porque cada finca es distinta, tiene su propio método de trabajo y los costos de producción varían. (Lea: 5 aspectos que usted puede que desconozca de las cojeras)
Explicó que la cojera se puede definir como dolor o incomodidad en los miembros producto de lesiones en las pezuñas que genera alteraciones en los huesos, articulaciones, músculos, ligamentos y tendones
La cojera es una enfermedad multifactorial y un punto clave es el manejo del entorno de los animales, los caminos por donde transitan para ir a las salas de ordeño; también es importante el factor climático, el arreo, a qué velocidad se llevan.
De igual manera inciden aspectos específicos del animal, por ejemplo si es una vaca muy pesada, si tiene una producción de leche muy alta, el estado de la ubre y la raza.
Sostuvo que hay factores de manejo que influenciarán la incidencia de la cojera y que el hombre no puede controlar como es el caso del clima. No obstante, hay otros que se pueden modificar con la genética, entre los que están altura del talón, ángulo de la pezuña, curvatura de las patas (vista lateral), profundidad corporal y amplitud del anca. (Lea: Estas son algunas de las causas de las cojeras en bovinos)
Vacas con una mala conformación de las patas, ángulos de la pezuña bajos, y talones bajos tienen aproximadamente entre 1,2 y 2,9 veces mayor riesgo de presentar cojeras y de ser descartadas.
Otros aspectos que se pueden controlar son el ambiente o confort de la vaca, el periodo de transición, la nutrición, el cuidado de las pezuñas a través de un programa de podología con personas idóneas y capacitadas.
El estrés calórico es un factor que predispone la cojera pero se puede controlar