El proceso de secado de la ubre de una vaca tiene como objetivo permitir el descanso de la glándula mamaria durante un determinado tiempo, de tal forma que se puede manejar bajo estrictos niveles de inocuidad que prevengan la presentación de enfermedades.
Alrededor del mundo es común encontrar la presencia de enfermedades como la mastitis, que causa tantos estragos en la rentabilidad del negocio. Su control puede realizarse por medio de la prevención o tratamiento, cuando ya se tenga un diagnóstico. Según los expertos, el proceso de secado de la ubre de la vaca influye en gran medida en esta enfermedad, por lo que CONtexto ganadero le explica sus riesgos. (Lea: La importancia de secar bien las ubres para prevenir mastitis)
Marcos Veiga, profesor de la universidad de Sao Paulo en Brasil e investigador en el área de control de mastitis y calidad de la leche, expone tener un periodo de descanso de la ubre es una necesidad de la vaca lechera.
“Los dos momentos principales de riesgo de mastitis en la lactancia son: después del secado donde se presenta el incremento de la presión intra-mamaria, y antes y después del parto donde se refleja la disminución de la capacidad de respuesta del sistema inmune”, detalla Veiga.
Por lo tanto, se deben introducir herramientas para el control de la mastitis, especialmente durante el proceso de secado, razón por la que el experto indica cómo debe ser el manejo adecuado para secar la vaca.
“Generalmente, el manejo más recomendable es el abrupto que quiere decir que se interrumpa de forma marcada el ordeño de la vaca y después tomar las medidas de prevención contra la mastitis durante el secado”, comenta Veiga.
El experto señala que este sistema abrupto es recomendable para vacas que están con producción menor de 15 kilogramos por día y para animales que tienen por encima de 16 kg por día con riesgo alto de mastitis posparto.
En palabras de Veiga, “ante esto la recomendación del control de la mastitis es hacer un manejo nutricional para reducir el concentrado, siendo generalmente una semana antes del secado. En este proceso es posible disminuir la producción de leche”, menciona. (Lea: Secado de la ubre, tema clave durante escuela de ordeño)
Todo esto, con la intención de evitar riesgos de la mastitis durante el periodo de secado y para la temporada de posparto, pues durante este tiempo se puede aumentar la presión interna de la ubre de la vaca.
“Es posible que hasta el 25 % de las vacas presenten goteo de leche, que significa que hay un riesgo de nuevos casos de mastitis en el periodo seco”, asegura Veiga. El experto sostiene que, existe además la posibilidad que se presenten fallas de formación del tapón de queratina.
Durante el periodo de secado los pezones están expuestos a una mayor contaminación, por lo que en las ganaderías deben designar a un encargado que esté supervisando la inocuidad e higiene en la ubre de las vacas.
De acuerdo a Veiga, “en el tiempo de pre y posparto hay una menor capacidad de respuesta inmune de este tipo de animales, lo que lleva a que puedan presentar mastitis con gran facilidad”, añade. (Lea: Conozca las formas de hacer el proceso de secado de la ubre)
Finalmente, el experto concluye que no es recomendable hacer el tratamiento para la prevención de la mastitis durante el periodo de la lactancia, pues el momento más adecuado es durante el proceso de secado de la ubre.