La conformación de los pezones y la ubre de una vaca son importantes en cualquier ganadería, sin importar si está dedicada a la producción de carne o leche. Para medirlas y elegir la más adecuada se han establecido calificaciones que miden tres importantes factores. Conozca cuáles son.
Como indicó el Dr. Rick Rasby de la Universidad de Nebraska-Lincoln, la conformación deficiente de la ubre y los pezones puede conducir potencialmente a un aumento de las enfermedades de los terneros, si están contaminados con barro o residuos del corral o área de parición.
La selección y el descarte basados en esta característica puede aumentar el rendimiento de las crías, reducir las enfermedades entre ellas, elevar la longevidad de la vaca y ahorrar en mano de obra. (Lea: Formas de ubres y pezones, claves para elegir vacas aptas para crianza)
Suspensión de la ubre y tamaño del pezón
Un fuerte ligamento suspensorio medio es esencial para la conformación de la ubre. En cambio, uno débil resultará en una ubre caída, lo que hace que sea más difícil para el ternero amamantar, además de que los pezones pueden arrastrarse en el barro cuando la vaca camina.
La Federación de Mejoramiento del Ganado de Carne de Estados Unidos (BIF, de sus siglas en inglés) clasifica el ligamento suspensorio medio en una puntuación de 1 a 4, desde una conformación ideal hasta una que sería la menos conveniente para el ganadero.
La conformación con puntaje 1 que permite a la vaca mantener la ubre sobre el corvejón por varios años y mantener los pezones perpendiculares al suelo cuando estos se encuentran cargados de leche, mientras que la calificación 4 sería la menos deseable.
Los pezones deben ser de longitud mediana y de apariencia cilíndrica. Su diámetro debe ser coherente desde la parte superior del pezón a la parte inferior, con la punta redondeada. Los pezones se deben ubicar en el centro de cada cuarto y perpendiculares al suelo.
A veces, los pezones apuntan hacia adentro o hacia afuera cuando están llenos de leche, lo cual no es lo ideal. A medida que la longitud de los pezones se alarga y la suspensión de la ubre se vuelve más débil, se acercan más al suelo, lo que dificulta que el ternero recién nacido succione y aumenta la probabilidad de que se contaminen.
Las escalas
El momento ideal para evaluar la ubre de las vacas es entre las primeras 24 a 48 horas después del parto. El sistema de calificaciones fue desarrollado por la BIF. Este sistema no considera la pigmentación de ubre y pezones, un atributo deseable para evitar quemaduras de sol.
Para la variable “suspensión de la ubre” la escala se mueve del 9 (muy ajustado, altamente deseable) al 1 (oscilante, no deseado); mientras que para “tamaño del pezón” del 9 (muy pequeña) al 1 (muy grande). Así entonces, a mayor puntuación más deseable el animal.
Suspensión de ubres
En la suspensión de ubres, cuanto más cerca de la cavidad del cuerpo se coloca, es mejor. Esto permite que el ternero localice más fácilmente los pezones y es menos probable que estos se arrastren por el barro. (Lea: La ubre y su fisiología, un asunto relevante para el ganadero)
Puntuación 9: La ubre se coloca pegada a la cavidad del cuerpo, muy por encima de los corvejones. Los cuartos están en su mayoría nivelados desde la vista lateral y trasera. La ubre tiene inserción trasera alta y el ligamento suspensorio medio es pronunciado.
Puntuación 7: Similar a la puntuación 9, pero la ubre está suspendida un poco más lejos de la cavidad del cuerpo. La ubre está nivelada y los pezones, perpendiculares al suelo cuando se llenan de leche, debido a que el ligamento suspensorio medio es pronunciado.
Puntuación ubre 5: El ligamento suspensorio medio es menos pronunciado y la ubre está más abajo de la cavidad corporal. Los pezones comienzan a abrirse ligeramente hacia afuera cuando se llenan de leche debido al ligamento más débil. Es característico de las vacas comerciales.
Puntuación 3: el ligamento suspensorio medio es débil, lo que da como resultado una ubre suelta y los pezones se abren hacia afuera cuando están llenas de leche. Se desaconseja la retención de novillas de reemplazo de estas madres.
Puntuación 1: el ligamento suspensorio no existe, lo que resulta en una unión suelta de la ubre. Los pezones no están perpendiculares al suelo cuando se llenan de leche. Definitivamente se requiere intervención para evitar un cuarto estropeado o una mastitis. No se deben guardar reemplazos de estas madres y los productores deben sacrificar estas vacas.
Tamaño del pezón
El tamaño de los pezones puede variar considerablemente. A medida que se vuelve más pequeño, simétrico y centrado en la colocación en el cuarto, es más deseable. El tamaño del pezón se puede categorizar como muy pequeño, pequeño, intermedio, grande y muy grande.
Es raro que el ganado tenga un tamaño de pezón muy pequeño. Más comunes son los pezones de tamaño pequeño, intermedio y grande. A medida que el tamaño de los pezones aumenta, tienden a ser más gruesos, menos simétricos y suspendidos debajo del corvejón.
Puntaje de pezones 9: Los pezones son muy pequeños en longitud, redondeados en los extremos y simétricos. Se ubican en el centro de los cuartos y miran perpendiculares al suelo.
Puntaje de pezones 7: Similar al puntaje de pezones de 9, pero los pezones son más largos. También están en el centro y miran perpendiculares al suelo. (Lea: Aspectos a tener en cuenta antes de comprar una vaca de leche)
Puntaje de pezones 5: Los pezones son más largos, de mayor diámetro, parecen más gruesos y menos simétricos en comparación con los tamaños anteriores. Es posible que no estén perpendiculares al suelo o centrados en los cuartos.
Puntaje de pezones 3: Los pezones son largos y más gruesos, no simétricos (como forma de embudo) y comienzan a hincharse en el punto de unión al cuarto. Cuando están llenos de leche, no estarán perpendiculares al suelo. Por lo general, se requiere intervención en el momento del parto. Se desaconseja la retención de novillas de reemplazo de estas madres.
Puntaje de pezones 1: Los pezones son largos, parecen gruesos y generalmente grandes y en forma de embudo/pera. Cuelgan muy por debajo del corvejón, lo que dificulta que un ternero recién nacido encuentre, agarre y amamante.
Definitivamente se requiere intervención en el momento del parto así como para evitar un cuarto estropeado o una mastitis. No se deben guardar reemplazos de estas madres y los productores deben descartar estas hembras de la manada.