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Foto: ruminants.ceva.pro

Estas técnicas buscan estabilizar las dietas de los animales al guardar comida sobrante en épocas de alta producción para utilizarla en momentos de baja producción.

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¿Sabe cómo almacenar forraje adecuadamente para enfrentar el fenómeno de El Niño?

por: CONtexto ganadero- 31 de Diciembre 1969

En momentos de escasez y sequía, la disponibilidad de alimento para el ganado se ve amenazada, afectando su salud y producción. Para abordar este desafío, existen técnicas de conservación de forraje, como la henificación, el ensilaje y el henolaje.

Las épocas de escasez y sequía pueden afectar gravemente la disponibilidad de alimento para el ganado, lo que puede tener un impacto negativo en su salud y producción. Para abordar este problema, se han desarrollado diversas técnicas de conservación de forraje, como la henificación, el ensilaje y el henolaje, que permiten a los ganaderos mantener una alimentación adecuada para sus bovinos durante todo el año.


La importancia de la conservación de alimentos

Las temporadas de abundancia de forraje son momentos cruciales para los ganaderos. En estos períodos, es esencial tomar medidas para conservar el excedente de alimento que permitirá mantener una alimentación adecuada para el ganado durante las épocas de baja producción. Aquí es donde entran en juego las técnicas de conservación de forraje.

Estas técnicas buscan estabilizar las dietas de los animales al guardar comida sobrante en épocas de alta producción para utilizarla en momentos de baja producción. La elección de la técnica de conservación adecuada depende de la producción y el tipo de forraje que se utiliza en el hato ganadero. A continuación, una serie de técnicas recopiladas del Manual Práctico de Ganderia de Fedegán.


Henificación: Conservando la nutrición

La henificación es una de las técnicas más antiguas para conservar forraje. Consiste en reducir la humedad del pasto natural antes de su almacenamiento. El proceso de henificación transforma el pasto, que generalmente tiene una humedad entre el 75% y el 90% al momento de la cosecha, en un producto seco con niveles de humedad entre el 12% y el 20%. Esta técnica evita la putrefacción y la fermentación, garantizando así la conservación segura del forraje. Una ventaja significativa de esta técnica es que mantiene el valor nutritivo del forraje, lo que es esencial para una alimentación equilibrada del ganado. Sin embargo, es crucial tener en cuenta el estado de madurez del forraje al realizar el proceso de henificación.


Ensilaje: Nutrición Controlada

El ensilaje es otra técnica de conservación de forraje que se basa en un proceso de fermentación anaerobia. Esta técnica permite regular la oferta nutricional para los animales de manera más controlada. Se puede ensilar prácticamente cualquier material vegetal utilizado en la alimentación animal, como forrajes, frutas o tubérculos. Sin embargo, se recomienda utilizar materiales con un alto contenido de biomasa y carbohidratos para obtener resultados óptimos.

En el caso del ensilaje de gramíneas como el maíz y el sorgo, el momento ideal de cosecha es cuando el grano está en estado lechoso, mientras que en leguminosas, el estado de prefloración es el indicado. La calidad del silo se puede medir en términos de palatabilidad y consumo por parte de los animales. Mantener la anaerobiosis es fundamental para garantizar un buen manejo del silo, ya que se necesita que el producto esté completamente sellado y sin exposición al oxígeno.


Henolaje: Lo mejor de dos mundos

El henolaje es una técnica híbrida que combina aspectos de la henificación y el ensilaje. Su característica distintiva es que varía entre el heno y el silo según el material conservado y la humedad con la que se empaca. Esta técnica se utiliza principalmente para conservar forraje semiverde con una humedad cercana al 50%. Es especialmente efectiva para preservar forrajes excedentarios que se producen en épocas de abundancia. Permite aprovechar pasturas de alta calidad como el kikuyo, la alfalfa o los tréboles en trópico alto.

Si bien estas técnicas de conservación garantizan la alimentación en épocas de baja producción, la calidad nutricional de los productos resultantes no supera a la del forraje fresco. La buena o mala calidad nutricional del silo, heno o henolaje depende de la calidad del forraje fresco que se utilice, por lo tanto, es esencial seleccionar el método de conservación adecuado y aplicarlo con cuidado para asegurar una nutrición óptima del ganado.

Si quiere conocer más detalles, vea el video a continuación: